La demanda incluye violación, amenazas de muerte y violencia sistemática
El astro de la NBA Zion Williamson, jugador estrella de los New Orleans Pelicans, ha sido acusado de violación y múltiples formas de abuso por una mujer que asegura haber mantenido con él una relación marcada por el sufrimiento durante varios años. La presunta víctima pide hasta 50 millones de dólares como compensación
La denuncia fue presentada el pasado jueves ante el Tribunal Superior de Los Ángeles, en el estado de California.
La demanda civil, de 12 páginas, detalla un supuesto historial de violencia sexual, física, emocional y financiera, ejercida por el ala-pívot de 24 años entre los años 2018 y 2023.
La relación habría comenzado cuando el jugador iniciaba su primer año en la Universidad de Duke, antes de ser elegido como el número uno del Draft de la NBA en 2019.
Según ESPN, la denuncia acusa a Williamson de sostener un “patrón continuo de comportamiento abusivo, controlador y amenazante”, con incidentes que habrían ocurrido en distintos estados, incluyendo Luisiana y California.
Dos supuestas violaciones y control psicológico en Beverly Hills
El documento judicial resalta dos episodios especialmente alarmantes. El primero habría ocurrido en septiembre de 2020, en Beverly Hills.
La víctima afirma que le expresó a Williamson su deseo de dormir porque estaba cansada, a lo que él respondió que “no podía dormir sin tener sexo”. Luego, presuntamente, la inmovilizó, la violó, le quitó el teléfono celular y la estranguló.
Un segundo acto de violación se habría producido un mes después, en octubre de 2020, también en Beverly Hills, luego de que la mujer mencionara que pensaba visitar a una amiga en San Diego. Según la denuncia, fue “violada violentamente” y nuevamente despojada de su teléfono, como forma de control.
La denuncia incluye amenazas de muerte y solicitud millonaria
La cadena NBA TV también se hizo eco del caso, afirmando que en varias ocasiones Williamson habría amenazado con matar tanto a la mujer como a miembros de su familia. La víctima exige una compensación que oscila entre 18 y 50 millones de dólares, por daños emocionales, daños punitivos y otros perjuicios derivados de los años de maltrato.
Hasta el momento, ni el jugador ni su entorno han emitido declaraciones públicas sobre estas acusaciones, que podrían convertirse en uno de los escándalos más serios en la historia reciente del baloncesto profesional estadounidense. Con datos de Europa Press
