El país avanza en digitalización, exportaciones y simplificación tributaria
SANTO DOMINGO. – La República Dominicana continúa consolidando su posición como un destino confiable para la inversión extranjera, tras escalar siete posiciones en el más reciente Global Business Complexity Index 2025 (GBCI), elaborado por TMF Group.
Este ascenso coloca al país en el puesto 53, confirmando una significativa reducción en la complejidad para hacer negocios, gracias a avances sostenidos en digitalización, simplificación normativa e incentivos estratégicos.
El informe destaca que procesos más ágiles, como la modernización del registro mercantil, la optimización en la presentación de impuestos y el fortalecimiento de plataformas digitales han contribuido a disminuir tiempos y costos operativos, aliviando la carga administrativa tanto para inversores locales como internacionales.
“La República Dominicana está haciendo del entorno empresarial un espacio más eficiente y competitivo. La reducción de la complejidad normativa refuerza su papel como plataforma estratégica para negocios regionales”, expresó Adrián Owen, jefe de América Central en TMF Group.
Zonas francas y entorno digital afianzan competitividad del país
Uno de los pilares de esta mejora sigue siendo el régimen de zonas francas, que mantiene un rol esencial en sectores como manufactura, turismo y tecnología, al ofrecer incentivos fiscales y condiciones operativas favorables. Estos beneficios, sumados a un marco legal adaptado al trabajo remoto, han generado un entorno más predecible y atractivo para las operaciones globales.
Si bien persisten retos tributarios, como los frecuentes cambios legislativos y la obligación de designar representantes fiscales locales, el país ha logrado compensar estas barreras con una visión más clara de seguridad jurídica y transparencia.
En comparación regional, la República Dominicana supera en eficiencia a países como El Salvador (46), Nicaragua (50) y Costa Rica (58), alejándose de su pasado reciente cuando, en 2023, se encontraba en el puesto 18, entre los más complejos de la región. El contraste con economías como México (3), Colombia (5) o Brasil (6) reafirma su progreso en competitividad regulatoria.
Diversificación de exportaciones mejora resiliencia ante riesgos globales
En un escenario internacional volátil, el país ha fortalecido su perfil como socio comercial resiliente, ampliando rutas de exportación hacia Europa, Asia y América Latina. Este enfoque ha sido respaldado por inversiones clave en infraestructura logística –como puertos, carreteras y plataformas digitales– que aumentan la capacidad de respuesta ante disrupciones en las cadenas de suministro.
Simultáneamente, el sector empresarial dominicano responde a desafíos internos, como la inflación y la escasez de talento, con programas de capacitación, transformación digital y diversificación productiva, integrando la sostenibilidad como eje transversal de su visión de crecimiento a largo plazo.
“La apertura comercial, combinada con reformas que simplifican trámites y ofrecen seguridad jurídica, consolida a la República Dominicana como una opción sólida para la inversión extranjera”, concluyó Owen.
Con marcos regulatorios más eficientes, tratados multilaterales y un ecosistema empresarial dinámico, el país se posiciona como un mercado en expansión, ideal para sectores como energía renovable, servicios, turismo y manufactura, con proyección regional y respaldo institucional.