Elon Musk se muestra decepcionado y cuestiona el rumbo del gasto público
MADRID – Elon Musk, empresario y figura clave en la política y la innovación estadounidense, ha roto su aparente sintonía con el expresidente Donald Trump al criticar abiertamente el nuevo proyecto de reforma fiscal impulsado por la Administración republicana. “Francamente, me decepcionó ver el enorme proyecto de ley de gastos, que aumenta el déficit presupuestario”, declaró Musk en una entrevista adelantada por la cadena CBS y que será emitida íntegramente este domingo.
La declaración supone un cambio de tono en la relación entre ambos, marcada hasta hace poco por afinidad pública y una colaboración directa en el marco del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), organismo que Musk encabeza desde el regreso de Trump a la Casa Blanca, recoge un reporte de la agencia Europa Press.
El descontento del fundador de Tesla y SpaceX se produce días después de que la Cámara de Representantes aprobara, por un margen mínimo de un voto (215 a favor, 214 en contra), una ambiciosa ley que combina recortes fiscales con un incremento significativo en el gasto militar y migratorio. El paquete legislativo, que aún debe pasar por el Senado, ha generado divisiones incluso dentro del propio Partido Republicano.
Un giro en la relación Trump-Musk
El nuevo proyecto fiscal busca extender las reducciones tributarias implementadas durante el primer mandato de Trump en 2017, al tiempo que introduce nuevas exenciones. Para cubrir el incremento del gasto, el texto contempla la reorientación de fondos originalmente asignados a programas sociales y de salud pública. Para Musk, estas medidas representan una amenaza al trabajo de austeridad y eficiencia que el DOGE había comenzado a implementar desde inicios del año.
La tensión entre el empresario y la Casa Blanca parece acumularse desde abril, cuando Musk anunció que limitaría su participación como asesor gubernamental, tras un desplome del 71 % en los beneficios trimestrales de Tesla. Aunque en un principio su papel al frente del DOGE fue presentado como una cruzada contra el gasto innecesario y el sobredimensionamiento del Estado, las políticas recientes del Ejecutivo republicano parecen contradecir ese enfoque.
Impacto político y empresarial
La salida pública de Musk en contra de una iniciativa emblemática de Trump reconfigura un panorama político ya tenso de cara al ciclo electoral. Aunque no ha mostrado interés explícito en postularse a un cargo, su influencia en la opinión pública, especialmente entre votantes tecnócratas y libertarios, es considerable.
En lo empresarial, la postura de Musk también refleja una creciente preocupación por la estabilidad fiscal del país, tema que afecta directamente la inversión privada y los mercados financieros. Al distanciarse del proyecto de ley, busca además reforzar su imagen como defensor de una economía más disciplinada y menos dependiente del endeudamiento estatal.
Un DOGE en la cuerda floja
El DOGE, que bajo la batuta de Musk ejecutó recortes masivos de personal y redujo programas como la ayuda exterior, también ha sido blanco de críticas por su enfoque radical. Con su líder parcialmente ausente y su misión en entredicho frente a un Congreso dividido, el futuro del organismo es incierto.
Para muchos analistas, esta ruptura entre Musk y Trump no solo refleja una diferencia puntual sobre una ley fiscal, sino un choque más profundo entre dos visiones del poder económico: una centrada en el control del gasto y otra enfocada en el crecimiento acelerado, aunque implique mayores déficits.
Lo que queda claro es que el nexo entre Silicon Valley y la política de Washington está lejos de ser estable. Y que, por ahora, Musk ha decidido marcar distancia.
