Mujeres y ancianos; provincias rurales verían dispararse pobreza y desigualdad social
El corazón financiero de miles de hogares dominicanos podría estar en peligro. La propuesta del expresidente estadounidense Donald Trump de imponer un impuesto del 5% a las remesas desde Estados Unidos tendría un impacto directo y severo sobre millones de dominicanos, especialmente mujeres, adultos mayores y comunidades rurales.
Según datos del Banco Central de la República Dominicana, el país recibió en 2024 más de US$10,000 millones en remesas, equivalentes a cerca del 8% del PIB nacional. La pérdida serian de unos US500 millones al año
¿Quiénes reciben remesas en República Dominicana?
Un análisis detallado revela que las remesas no llegan al azar, sino a sectores muy definidos por edad, sexo y territorio:
Por sexo:
- Mujeres: 65% al 70% de los receptores de remesas.
Son madres, esposas o hijas de migrantes, y destinan el dinero a alimentación, salud, educación y vivienda. - Hombres: 30% al 35%, quienes usan estos fondos para pequeñas inversiones, agricultura o soporte familiar.
Por edad:
- Adultos (30-59 años): 50% de los receptores. La mayoría, jefas de hogar.
- Adultos mayores (60+ años): 25%, dependientes de remesas por pensiones bajas o nulas.
- Jóvenes (18-29 años): 20%, estudiantes o desempleados.
- Niños y adolescentes (0-17 años): 5%, a través de tutores legales.
¿Dónde se recibe más dinero del exterior?
Las provincias y municipios donde las remesas juegan un papel más estructural en la economía son:
Zonas urbanas con alta migración: Santo Domingo (DN y provincia): 30%; Santiago de los Caballeros: 15%
Provincias rurales con dependencia crítica: San Cristóbal: 8%, La Vega: 7%, San Pedro de Macorís: 6%, Azua, Barahona, Elías Piña: 5% cada una
También se destacan: Provincias del Cibao (Santiago, Puerto Plata, La Vega): 25% del total, Región Sur (San Juan, Azua, Peravia): 20% del total
¿Qué pasaría si se aplica el impuesto del 5%?
Un gravamen de este tipo significaría una pérdida inmediata de US$500 millones al año para los hogares dominicanos. El impacto no sería uniforme, sino más brutal en los sectores más vulnerables:
Adultos mayores: Perderían parte del sustento que sustituye a las pensiones, obligándolos a reducir medicamentos, comida o visitas médicas.
Mujeres jefas de hogar: Verían disminuidos los fondos con los que mantienen la educación, salud y alimentación de sus hijos.
Zonas rurales:
En lugares como Elías Piña, Azua o Barahona, donde no hay suficientes fuentes de empleo, una reducción en las remesas podría hundir aún más la economía local, provocar cierres de pequeños negocios y desatar una nueva ola migratoria irregular.
¿Y el uso de estas remesas?
El 50% se destina a alimentación y necesidades básicas; el 20% a educación; el 15% a salud; el 10% a vivienda; y solo un 5% a inversiones. Esto demuestra que las remesas son un salvavidas diario, no un lujo.
Por tanto, la propuesta de Trump puede parecer un tema de política migratoria, pero en el terreno real, representa una amenaza directa a la subsistencia de más de un millón de familias dominicanas.
Así, de concretarse el impuesto, no solo se debilitarán las economías locales, sino que se profundizarán la desigualdad, la pobreza y la exclusión social en todo el país.