Remesas amenazadas por nuevo gravamen propuesto desde Estados Unidos
Nueva York.-Un golpe directo al bolsillo de millones de migrantes. La propuesta del expresidente Donald Trump de imponer un impuesto del 5% a las remesas enviadas desde Estados Unidos sacude los cimientos de las economías de países altamente dependientes de estos flujos.
Esta medida, presentada como mecanismo de financiamiento para la seguridad fronteriza, podría tener consecuencias devastadoras, no solo para las naciones receptoras, sino también para las comunidades migrantes que sostienen a sus familias desde el exterior.
Los países más vulnerables ante un nuevo impuesto
De acuerdo con los datos de 2023-2024, el top cinco de los principales receptores de remesas desde EE.UU. son:
- México: $63,000 millones (4% del PIB)
- India: $45,000 millones (aunque diversificado en origen)
- China: $18,000 millones
- Filipinas: $14,000 millones (9% del PIB)
- Guatemala: $20,000 millones (20% del PIB)
¿Qué pasaría con un impuesto del 5% a las remesas?
Si EE.UU. aplicara un impuesto (como propuso Trump en su momento), estos países perderían:
En México, una reducción de más de $3,150 millones anuales por concepto del impuesto significaría una pérdida directa para millones de familias que dependen de este dinero para cubrir necesidades básicas como alimentos, medicamentos y educación.
También lo propio para Guatemala: recibió más o menos US$20,000 millones (alrededor del 20% del PIB). Perdería unos $1,000 millones anuales (equivalente al presupuesto de salud pública).
Honduras: cerca de UD$9,500 millones (28-30% del PIB). Perdería unos US$475 millones (similar a su gasto en educación).
El Salvador: cerca US$8,300 millones (24% del PIB). Perdería unos US$415 millones (más que su inversión en seguridad).
En la República Dominicana, donde los envíos suman más de $10,000 millones (8% del PIB), una pérdida de $500 millones desaceleraría el crecimiento económico y erosionaría el poder adquisitivo de los hogares de clase media y baja.
Alternativas que los migrantes ya contemplan para evadir el gravamen
Frente a este escenario, muchos migrantes están buscando formas alternativas para enviar dinero a sus países sin pasar por canales tradicionales:
- Criptomonedas: Plataformas como Bitcoin o Ethereum permiten transferencias sin intermediarios bancarios y sin comisiones impuestas por gobiernos. Su uso está creciendo entre jóvenes migrantes.
- Efectivo y mensajeros informales: Envío de dinero a través de familiares, amigos o viajeros, aunque más riesgoso, puede evitar impuestos.
- Transferencias irregulares o subterráneas: Sistemas informales como el hawala (en Asia) o el gota a gota (en Centroamérica) podrían cobrar mayor protagonismo.
- Cuentas bancarias compartidas en EE.UU.: En lugar de enviar dinero, algunos optan por que sus familiares tengan acceso a tarjetas de débito o cuentas conjuntas para hacer compras o retiros directos.
Una política con efectos colaterales graves
Si bien la propuesta de Trump busca proyectar firmeza en el control migratorio, los expertos advierten sobre su posible efecto bumerán: aumento de la pobreza, desestabilización monetaria y nuevas olas migratorias. En países como Guatemala o El Salvador, una caída abrupta en el flujo de dólares podría desatar crisis económicas y sociales, afectando incluso la seguridad regional.
La comunidad migrante, acostumbrada a la resiliencia, ya se prepara para sortear este nuevo obstáculo. Pero el verdadero costo podría recaer en los más vulnerables: los niños, ancianos y madres que dependen de esos envíos para sobrevivir.