El promedio de aranceles que enfrenta la región en el mercado estadounidense se ha disparado de menos del 0,5 % a un 13 %
A pesar de tener un peso marginal en el déficit comercial de Estados Unidos, las economías más vulnerables del planeta serán las más golpeadas por la nueva escalada arancelaria impulsada por Washington poniendo en jaque la competitividad regional exportadora de estos países.
Así lo advierte un reciente informe de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (Unctad), que alerta sobre el impacto desproporcionado que tendrán las medidas sobre América Latina, el Caribe, Asia y África. La agencia IPS se hace eco del informe
Según el reporte, el promedio de aranceles que enfrenta la región latinoamericana en el mercado estadounidense se ha disparado de menos del 0,5 % a un 13 %, lo que representa un aumento de 42 veces. Este cambio afectará especialmente a sectores clave como la agricultura y los textiles, pilares fundamentales de muchas de estas economías.
“Los países más pobres deberían quedar exentos de aranceles, porque su impacto en el déficit comercial estadounidense es mínimo”, enfatizó Rebeca Grynspan, secretaria general de la Unctad.
Aumento arancelario intensifica crisis de deuda en países pobres
La Unctad subraya que estas medidas llegan en medio de una crisis de deuda sin precedentes que afecta a los 44 países menos adelantados, pequeños Estados insulares y países sin litoral.
Explica que a partir de julio de 2025, tras expirar una pausa de 90 días ordenada por el presidente Donald Trump, Estados Unidos podría imponer aranceles superiores al 25 % sobre productos provenientes de 22 países en desarrollo, incluidos siete de los menos adelantados del mundo.
Ejemplos como el de Madagascar, cuya principal exportación a EE. UU. es la vainilla, ilustran lo absurdo de estas tarifas: su contribución al déficit comercial estadounidense ni siquiera se registra.
Estados Unidos rompe con décadas de liberalización comercial
Durante casi un siglo, Washington había seguido una trayectoria de reducción progresiva de barreras comerciales, facilitando el acceso al mercado más grande del planeta para países de bajos ingresos a través de esquemas preferenciales. Con el nuevo giro proteccionista, ese camino parece quedar atrás.
En abril, el arancel promedio sobre países en desarrollo de Asia y Oceanía se duplicó, y se proyecta que podría triplicarse hasta el 44 % en julio próximo.
Para los pequeños Estados insulares en desarrollo, especialmente en el Caribe, las tasas promedio han aumentado cinco veces, pasando de 1,7 % a 8,5 %, con previsión de alcanzar hasta un 10 %.
La Unctad hace un llamado urgente a las principales economías del mundo, exhortándolas a considerar el impacto a largo plazo de sus decisiones comerciales sobre países que dependen de un número limitado de productos y mercados, y cuya competitividad global está en juego.
En un escenario de creciente incertidumbre y repliegue proteccionista, las economías más frágiles no solo enfrentan barreras más altas, sino también un panorama donde la cooperación internacional parece en retroceso.