Faride Raful lanza urgente llamado a la comunidad internacional por el colapso haitiano
Madrid – En una declaración firme y llena de preocupación, la ministra de Interior de República Dominicana, Faride Raful, ha lanzado un llamado urgente a la comunidad internacional: su país no puede enfrentar en solitario las consecuencias de la crisis que azota a Haití. Durante su visita oficial a España, la funcionaria advirtió que la situación de colapso en el país vecino es una amenaza regional y que su impacto desborda con creces la capacidad dominicana.
“Nos ha faltado más apoyo y República Dominicana definitivamente no puede estar sola”, expresó Raful en una entrevista con Europa Press.
En sus encuentros con autoridades españolas, entre ellas el ministro Fernando Grande-Marlaska, la ministra insistió en que el drama migratorio haitiano no puede considerarse un asunto exclusivo de su país, pues otros países del Caribe y América Latina también lo sufren. “La migración irregular desde Haití no es una problemática binacional, sino regional”, recalcó.
Un país con recursos limitados frente a un drama complejo
Raful dejó claro que República Dominicana, aunque ha logrado avances, sigue siendo una nación en vías de desarrollo, sin capacidad logística ni económica para absorber el flujo creciente de personas que huyen de la miseria, la violencia de bandas y el colapso institucional en Haití.
“El ser humano migrará donde crea que puede salvar su vida, pero nosotros no podemos cargar solos con esa presión. Estamos en proceso de fortalecimiento institucional”, dijo, subrayando que la respuesta dominicana está alineada con los Derechos Humanos.
En medio de las críticas de algunas ONG por las redadas en barrios populares y el uso de vehículos de detención cuestionados, la ministra rechazó tajantemente los señalamientos de abusos. Afirmó que no existen “jaulas móviles”, sino autobuses nuevos adquiridos con recursos públicos para realizar traslados en condiciones dignas.
Asimismo, negó que se niegue atención médica a mujeres haitianas embarazadas:
“En República Dominicana nadie es excluido del sistema de salud por su nacionalidad. Hay protocolos establecidos para brindar asistencia hasta que estén en condiciones de retornar”, aclaró.
Polarización, redes criminales y discursos de odio
La crisis migratoria ha sido caldo de cultivo para el resurgimiento de discursos xenófobos, avivados tanto por ciertos sectores de la sociedad como por grupos organizados. Raful advirtió que el Gobierno dominicano no tolerará la propagación de mensajes de odio ni intentos de radicalización.
La ministra, además, denunció que ha sido víctima directa de estas campañas, particularmente en redes sociales, donde ha recibido ataques impulsados —según dijo— por “la industria del desorden”, una red de intereses enquistados en sectores como el microtráfico y el ocio nocturno.
“Nos enfrentamos a quienes se lucran del caos, a redes de narcotráfico, armas y actividades irregulares. No nos vamos a detener”, afirmó con contundencia.
La seguridad depende también de la cultura ciudadana
Raful no escondió que uno de los grandes retos de su gestión es lograr una convivencia pacífica en medio de una alta conflictividad social. Según explicó, la inseguridad cotidiana tiene raíces profundas en la falta de institucionalidad y la baja cultura de legalidad.
“Nos falta conciencia ciudadana. Nos falta cumplir el orden, respetar las normas. Eso también es seguridad”, reflexionó.
Pese a todo, defendió que República Dominicana ha logrado avances notables, posicionándose como el país más seguro del Caribe, con una tasa de homicidios de 7,9 por cada 100 mil habitantes, una de las más bajas de América Latina.
La ministra concluyó su visita en Madrid participando en encuentros preparatorios para la octava reunión sobre seguridad pública de las Américas, organizada por la OEA, que se celebrará en Santiago de los Caballeros el próximo mes de julio. Allí, República Dominicana buscará fortalecer la cooperación regional frente a desafíos compartidos, con Haití como principal eje de discusión.