“El periodista no solo informa, también construye memoria”.
Por el Dr. Amín Cruz
Con profundo pesar y tristeza, la comunidad dominicana, el Congreso Hispanoamericano de Prensa y el Congreso Mundial de Prensa lamentan el fallecimiento del destacado periodista Miguel Cruz Tejada, conocido cariñosamente como El Ronco. Su partida representa una pérdida irreparable para el periodismo nacional y para la diáspora dominicana en los Estados Unidos.

Miguel Cruz Tejada fue un periodista y activista comunal de acción, un luchador incansable con su pluma y su voz que traspasó fronteras. Su trayectoria profesional, marcada por el rigor informativo y el compromiso social, dejó una huella indeleble en el ejercicio del periodismo dominicano dentro y fuera del país.
- Noticia relacionada: Pesar en Moca por muerte del periodista Miguel Cruz Tejada en NY
Desde sus inicios en su natal Moca, hasta consolidarse como uno de los más activos y leídos periodistas en Nueva York, Miguel forjó un estilo único, comprometido con su comunidad, sensible a las causas sociales, y valiente frente a los poderes establecidos.
En el contexto de la diáspora dominicana, Miguel Cruz Tejada fue una figura esencial. Su voz era referencia, su pluma era esperada, y sus publicaciones eran seguidas por decenas de medios digitales que dependían de su capacidad de informar con precisión.
Fue pionero en mantener corresponsalías simultáneas para más de diez periódicos dominicanos, sin exclusividad, lo que lo convirtió en un punto de enlace crucial entre las comunidades dominicanas en el exterior y la realidad nacional. Su trabajo no solo informaba, también influía en decisiones políticas, sociales y comunitarias.
Conocí de cerca su labor durante mis funciones como jefe de prensa en el Consulado y en la Misión Permanente de la República Dominicana ante las Naciones Unidas. En aquellos tiempos, una noticia no tuvo verdadero impacto si no era publicada por Miguel Cruz Tejada. Su voz era tan influyente que se convirtió en un referente obligado del quehacer comunitario y político durante más de una década.
Miguel no fue solo un periodista; fue una institución en sí mismo . Su ética de trabajo, su perseverancia, su capacidad de crítica y su valentía para denunciar lo que muchos callaban, lo posicionaron como uno de los más respetados comunicadores de su generación.
Es doloroso decirlo, pero la verdad no puede ni debe ser callada o censurada. En múltiples ocasiones lo expresé, tanto en Nueva York como en República Dominicana: el Colegio Dominicano de Periodistas (CDP) en Nueva York nunca le reconoció ni le dio el lugar que merecía como uno de los nuestros, a pesar de haber sido más eficiente, activo y respetado que muchos de los actuales miembros.
De hecho, varios de esos colegas que hoy guardan silencio, acudían a él para que les redactara contenidos para sus propios medios digitales. Su profesionalismo fue tan evidente que incluso aquellos que no lo reconocieron públicamente, dependieron de su pluma para mantenerse relevantes.
Hoy despedimos a esa voz ronca, fuerte, vibrante y crítica que tantas verdades incomodó, pero que jamás se doblegó. La voz de El Ronco se extingue esencialmente, pero su legado resonará eternamente en cada rincón donde el periodismo siga siendo un ejercicio de conciencia y de compromiso.
Hoy, más que nunca, su vida y su obra nos invitan a reflexionar sobre la importancia del periodismo auténtico, ese que no se limita a contar los hechos, sino que los interpreta, los confronta y los transforma en herramientas para el cambio social.
Hacemos un llamado a todos los periodistas, comunicadores y medios dominicanos, especialmente en la diáspora, a unirnos para fortalecer nuestra profesión, dignificar nuestro trabajo y seguir exigiendo respeto, reconocimiento y unidad en nuestra clase.
“Investigar es iluminar las sombras de la sociedad”. – CA.
Dr. Amín Cruz
CEO, Presidente y Fundador, Congreso Hispanoamericano de Prensa – Congreso Mundial de Prensa, Padre y Embajador del Periodismo Hispanoamericano y Latinoamericano , Diplomático – Historiador – Educador –Escritor, residente en Nueva York.