Representantes de EEUU aprueba por un voto la "gran" ley de Trump para recortar los impuestos
Con una diferencia de un solo voto, la Cámara de Representantes de Estados Unidos aprobó este jueves un ambicioso proyecto de ley impulsado por Donald Trump, que combina recortes fiscales con aumentos en el gasto militar y fronterizo. El expresidente no tardó en celebrarla como “la ley más importante firmada en la historia” del país.
La medida, aprobada por 215 votos a favor y 214 en contra, enfrenta ahora el reto de pasar por el Senado, donde se anticipa un debate aún más tenso. La votación estuvo marcada por la división interna del Partido Republicano, ya que dos de sus legisladores —Thomas Massie (Kentucky) y Warren Davidson (Ohio)— se unieron a los demócratas en contra del paquete legislativo.
El proyecto retoma los recortes fiscales de 2017, característicos del primer mandato de Trump, y añade nuevas exenciones impositivas sobre propinas y horas extra, en línea con promesas recientes del exmandatario durante su actual campaña presidencial.
Además, se incluye controvertidas reducciones a Medicaid, el programa federal de salud para personas de bajos ingresos, y revoca créditos fiscales para energías limpias aprobados en 2022.
Eleva el techo de deuda en cuatro billones de dólares
Asimismos, eleva el techo de deuda en cuatro billones de dólares, una jugada que genera inquietud entre economistas y líderes políticos por sus implicaciones fiscales a largo plazo.
Desde su plataforma Truth Social, Trump elogió el proyecto como una ley “única, grande y bella”, destacando que contempla “fuertes medidas de seguridad fronteriza”, aumentos salariales para agentes del ICE y la Patrulla Fronteriza, y fondos para la defensa nacional, incluyendo el polémico escudo antimisiles conocido como ‘Cúpula Dorada’.
“Es hora de actuar. El Senado debe aprobarlo de inmediato. No hay tiempo que perder”, escribió Trump, mientras criticaba a los demócratas por carecer de “confianza, agallas y determinación”.
El debate sobre la legislación ahora se traslada al Senado, donde las líneas partidistas no están tan claramente trazadas y se anticipa una lucha feroz entre quienes ven la propuesta como un estímulo económico y quienes la consideran una amenaza directa al sistema de bienestar social estadounidense. Con datos de Europa Press