Nueva York cayó pese a los 43 puntos de Jalen Brunson y las 35 unidades de Karl Anthony Towns
Nueva York – Contra todo pronóstico y con un cierre de partido que rozó lo legendario, los Indiana Pacers firmaron una remontada monumental para derrotar 135-138 a los New York Knicks en el primer duelo de las Finales de la Conferencia Este de la NBA, robando así el valioso factor cancha en el mismísimo Madison Square Garden.
A falta de poco más de seis minutos para el final, los Knicks dominaban con un cómodo 111-94, impulsados por un Jalen Brunson imparable (43 puntos, 5 asistencias) y un Karl Anthony Towns dominante (35 puntos, 12 rebotes). Pero entonces llegó el desplome.
Con una tormenta de triples y defensa intensa, los Pacers, liderados por un encendido Aaron Nesmith —quien anotó 20 de sus 30 puntos en el último cuarto—, comenzaron a demoler la ventaja local. A pesar de que los Knicks seguían arriba 121-112 con menos de un minuto por jugar, los errores desde la línea de tiros libres de Towns y OG Anunoby sellaron el destino neoyorquino.
El base Tyrese Haliburton, con una actuación magistral (31 puntos y 11 asistencias), tomó el control absoluto del equipo y forzó la prórroga con una acrobática canasta sobre la bocina que a punto estuvo de valer tres puntos, pero su pie pisaba la línea.
En el tiempo extra, la historia se volvió amarilla y azul. El joven Andrew Nembhard emergió con sangre fría y anotaciones clave, asegurando una victoria que quedará en los anales del baloncesto.
Los Pacers no solo lograron lo que parecía imposible, sino que ahora tienen el control de la serie (1-0), mientras los Knicks se ven obligados a reaccionar si no quieren ver escapar sus sueños de gloria en el Este.