Tres reactores exclusivos para centros de datos con la capacidad cada uno de generar energía para un millón de hogares
En un giro que sacude tanto al mundo tecnológico como al energético, Google ha iniciado la construcción de tres centrales nucleares avanzadas con un objetivo claro: alimentar exclusivamente sus sistemas de inteligencia artificial.
Frente a una demanda energética que no deja de crecer, la compañía ha decidido dejar de depender de las redes tradicionales y construir su propia infraestructura nuclear dedicada.
Desde 2022, el auge de la IA generativa —iniciado por ChatGPT y Sam Altman— ha traído consigo un desafío energético descomunal. En solo un año, el consumo de los centros de datos en Norteamérica se duplicó, pasando de 2.688 a 5.341 megavatios. Proyecciones para 2030 indican que la IA podría consumir más del 9% de la electricidad total en Estados Unidos.
Consciente del desborde energético, Google ha sellado una alianza con Elementl Power para crear reactores capaces de generar hasta 1.000 megavatios cada uno, lo suficiente para alimentar entre 500.000 y 1.000.000 de hogares. Sin embargo, esta energía no llegará a las casas, sino a los servidores.
La IA necesita más que chips: necesita electricidad
Según Amanda Peterson Corio, directora de energía de los centros de datos de Google, esta asociación con Elementl Power permite avanzar “a la velocidad necesaria para afrontar este momento de IA e innovación estadounidense”.
Google califica estos reactores como parte de una estrategia de “energía nuclear avanzada”, cuyo primer despliegue está previsto para 2030. Las ubicaciones, aún no reveladas, estarían en territorios estratégicos dentro de Estados Unidos.
Esta no es la primera incursión nuclear de Google. En 2023, la empresa firmó un acuerdo con Kairos Power para desarrollar una red nacional de reactores nucleares que suministren hasta 500 megavatios antes de 2035.
Gigantes tecnológicos se pelean por energía mientras los gobiernos dudan
Aunque Google lidera la carrera, otras big tech no se quedan atrás. Microsoft ha reactivado su interés en Three Mile Island, sitio del accidente nuclear más grave en EE.UU., mientras que Amazon y Meta han optado por soluciones menos limpias, reforzando su dependencia del gas natural, redes públicas y hasta carbón.
Elon Musk ha sido claro: el verdadero obstáculo para la IA no son los chips, sino la electricidad. Y la energía nuclear aparece como la única fuente capaz de sostener esta ambición.
Pero no todos están convencidos. Ecologistas en Acción advierte que Google está “eligiendo el camino más espectacular y peligroso”. Denuncian que, en lugar de hacer más eficiente la IA, se ha optado por construir reactores alimentados con uranio.
La crítica es directa: “No se trata de energía limpia, sino de riesgo innecesario con tal de mantener viva la carrera tecnológica”.
Por ahora, Google no parece tener dudas. En su visión, el futuro de la IA exige energía nuclear, sin importar el debate ético, ecológico o político que esto desate. Con datos de PR Newswire,