Gloria Ceballos: El Caribe sentirá con más fuerza los embates del clima extremo
SANTO DOMINGO.– El calentamiento inusual de las aguas del océano Atlántico ha encendido las alertas en el Instituto Dominicano de Meteorología (Indomet), que anticipa una temporada ciclónica más agresiva a partir del 1 de junio.
La directora de la institución, ingeniera Gloria Ceballos, advirtió que las condiciones actuales podrían derivar en la frecuencia aumentada de huracanes intensos, con un total proyectado de hasta 17 tormentas nombradas y al menos cuatro ciclones mayores.
La funcionaria explicó que, a pesar de que las condiciones del océano Pacífico ecuatorial se mantienen estables —sin presencia de los fenómenos El Niño o La Niña—, la energía térmica acumulada en el Atlántico ha elevado el riesgo de que las tormentas tropicales escalen a huracanes de gran magnitud.

“Lo que se espera este año es una temporada ligeramente más activa de lo normal, con ingredientes peligrosos que podrían detonar ciclones más destructivos”, afirmó Ceballos.
Además, recordó que en la temporada anterior, aunque República Dominicana no fue impactada directamente, estados como Florida sufrieron devastaciones históricas. Huracanes como Helen y Milton provocaron pérdidas humanas y materiales cuantiosas.
“Helen dejó más de 300 muertos, y los daños económicos en Florida superaron los 190 mil millones de dólares”, subrayó Ceballos.
- Te puede interesar: Aguaceros retornan la tarde de este domingo tras una mañana radiante
Uno de los ejemplos más alarmantes fue el huracán Beryl, un fenómeno tipo Cabo Verde que alcanzó categoría 5 a finales de junio, una fecha considerada muy temprana para ese nivel de intensidad. Aunque no tocó directamente el territorio dominicano, sus efectos se sintieron con fuerza: marejadas destructivas golpearon el malecón del Distrito Nacional y la costa de Boca Chica.
Las lluvias ahora impactarán más en el litoral sur incluyendo a Santo Domingo
Durante la entrevista concedida al programa D’Agenda, Ceballos también abordó los cambios recientes en los patrones de lluvia. Informó que los sistemas frontales que han afectado al norte del país ahora se desplazan hacia el litoral caribeño, lo que traerá precipitaciones significativas al Distrito Nacional, San Cristóbal y otras provincias cercanas.
Esta reorientación climática aliviará en parte la escasez de agua que se ha registrado en el Gran Santo Domingo y zonas aledañas, como Baní. “Estamos entrando en una etapa donde las lluvias de este a oeste comenzarán a ser más frecuentes. Esto ayudará al reabastecimiento de los sistemas de agua”, explicó.
La titular del Indomet también hizo un repaso de los efectos recientes de lluvias intensas en provincias del norte como Espaillat, Puerto Plata y María Trinidad Sánchez, donde se reportaron inundaciones y deslizamientos. Dijo confiar en que ahora el litoral sur experimentará una dinámica similar en términos de volumen de precipitaciones.
Cambio climático acelera extremos térmicos y climáticos en el país
Por otro lado, Ceballos lanzó una seria advertencia sobre las altas temperaturas que han marcado los primeros meses del año. “Pasamos de un frío en enero y febrero a un calor sofocante en mayo, con temperaturas que han rozado los 35 grados. La gente siente que nos saltamos la primavera”, expresó.
Indicó que esta década ha sido la más calurosa desde que existen registros, con el año 2023 alcanzando niveles récord de temperatura global. “Hemos llegado a superar los dos grados centígrados por encima del promedio preindustrial, algo que se proyectaba para finales de este siglo”, destacó la experta.
Los eventos extremos en todo el mundo —desde sequías prolongadas hasta lluvias torrenciales y huracanes destructivos— son, a juicio de Ceballos, consecuencias directas del cambio climático. “Independientemente de lo que digan los negacionistas, los datos son contundentes: el planeta se está calentando, y la evidencia es clara”, sentenció.
Con estas perspectivas, la consigna de las autoridades meteorológicas dominicanas es clara: estar preparados siempre, porque los eventos naturales serán cada vez menos previsibles y más intensos.