Las urnas reflejan el ascenso del centro-derecha y el debate sobre Europa
Los últimos procesos electorales celebrados este domingo 18 de mayo en Portugal, Polonia y Rumanía confirman una tendencia clara: el avance de formaciones conservadoras y el protagonismo de los discursos en torno a Europa. En tres contextos muy distintos, las urnas han premiado tanto a fuerzas alineadas con el centro-derecha tradicional como a voces emergentes que desafían el statu quo desde los extremos.
Portugal: victoria de AD con una derecha que se ensancha
En Portugal, la coalición conservadora Alianza Democrática (AD), encabezada por Luís Montenegro, ha ganado las elecciones legislativas con entre el 29 % y el 34 % de los votos, según las encuestas a pie de urna del Centro de Estudios y Sondeos de Opinión (CESOP) para la RTP. Esta leve mejora respecto a 2024 consolida a AD como primera fuerza, aunque sin mayoría absoluta.
La verdadera sorpresa es la irrupción firme de Chega, el partido de extrema derecha que disputa el segundo lugar al Partido Socialista (PS). Según los datos, el PS habría obtenido entre un 21 % y un 26 %, mientras que Chega rondaría entre el 20 % y el 24 %. Ambos partidos quedarían muy igualados también en escaños: 52-63 para los socialistas y 50-61 para Chega.
Este crecimiento de Chega, apenas marginal hace cinco años, coloca a Portugal dentro de la ola europea donde el voto populista y ultraconservador gana fuerza. Mientras tanto, partidos como Iniciativa Liberal, Libre, CDU o el Bloque de Izquierda resisten con representación, pero lejos del protagonismo.
Polonia: el duelo que definirá el rumbo europeo del país
En Polonia, la primera vuelta de las elecciones presidenciales ha dejado claro que el eje de la campaña es Europa. El europeísta Rafal Trzaskowski, apoyado por el actual primer ministro Donald Tusk, ha sido el más votado con el 30,8 %, frente al 29,1 % del euroescéptico Karol Nawrocki, respaldado por sectores populistas conservadores.
Con una participación del 66,8 %, la contienda ha demostrado un alto interés ciudadano y abre la puerta a una segunda vuelta reñida prevista para el 1 de junio. Trzaskowski, actual alcalde de Varsovia, representa una apuesta por el europeísmo institucional y una mayor cooperación con Bruselas. Su victoria sería clave para Tusk, quien desde su retorno al gobierno en diciembre ha tenido que lidiar con un presidente adverso y bloqueos legislativos constantes.
La diferencia entre ambos candidatos es mínima, lo que anticipa una recta final de campaña polarizada. La posibilidad de contar con un presidente afín podría cambiar radicalmente el equilibrio de poderes en Polonia.
Rumanía: victoria europeísta en medio de una pugna populista
Rumanía también celebró este domingo la segunda vuelta de sus elecciones presidenciales, con un desenlace ajustado pero claro: el alcalde de Bucarest, Nicusor Dan, logró imponerse con un 54,03 % frente al 45,97 % del ultraderechista George Simion, según el 93,73 % del escrutinio oficial.
Dan, con más de 5 millones de votos, ha sido respaldado por el electorado urbano y proeuropeo, y ha hecho un llamado a construir una sociedad basada en el diálogo y la reforma institucional. En sus primeras declaraciones, pidió “esperanza y paciencia” para lo que considera un periodo “difícil pero necesario”.
Por su parte, Simion no aceptó la derrota sin pelear. Aseguró haber ganado con 400.000 votos de diferencia, una afirmación que contradice los datos oficiales. Se autoproclamó presidente y prometió defender los intereses de las familias trabajadoras, en un discurso que mezcló populismo económico con alusiones a la soberanía nacional y al supuesto fraude electoral.
El trasfondo de esta elección es aún más tenso debido a la anulación de los comicios de noviembre, en los que otro aliado de Simion, Calin Georgescu, resultó inhabilitado por supuesta injerencia extranjera.
Una Europa dividida, pero movilizada
Estos tres comicios reflejan una Europa donde el debate ya no se limita a izquierda y derecha, sino que se estructura en torno a valores fundamentales: europeísmo frente a soberanismo, apertura frente a repliegue, reforma frente a ruptura.
Mientras las fuerzas tradicionales intentan adaptarse, los populismos de derecha siguen creciendo en algunos sectores con promesas de orden, identidad y protección social. Por otro lado, la alta participación y el respaldo a candidatos proeuropeos como Dan o Trzaskowski muestran que el modelo comunitario aún tiene fuerza entre los votantes.
La segunda vuelta en Polonia será clave para saber si este giro hacia el centro-derecha proeuropeo continúa o si el péndulo se inclina hacia el populismo. Europa sigue siendo el tablero principal, y estas elecciones lo han dejado más claro que nunca.
