El agua es un recurso vital y mucho más valioso que los metales, permite que las demás formas de vida
Se dice que los problemas migratorios que padece el país son los mayores, sin embargo, a nuestro juicio, la actividad minera es la mayor conspiración contra la nación y la vida en la isla. Por orden de prioridades, se debe erradicar la actividad minera, el valle del Cibao central prácticamente ha quedado modificado, el agua dulce y potable es cada vez menos debido a la destrucción y contaminación ocasionada por la minería a cielo abierto y sin control. La ganadería está gravemente afectada, la producción agrícola también y los asentamientos humanos están enfermos u obligados a movilizarse hacia otros lugares. Realmente, la minería es la catástrofe presente porque se debe añadir los leoninos contratos con que operan las multinacionales y, a la vez, el impacto de la minería sobre la ecología, sobre la diversidad es devastadora. El pasivo ambiental supera con mucho los beneficios. Se está dejando a las futuras generaciones de la isla, un ambiente devastado, contaminado y, por ende, improductivo, donde la vida no es posible para plantas animales y para los humanos.
El agua es un recurso vital y mucho más valioso que los metales, permite que las demás formas de vida fructifiquen,es un recurso renovable. Igual puede decirse de la actividad turística, esta última, es compatible con el medioambiente,permite la coexistencia con la vida silvestre y los ecosistemas. La economía dominicana tiene como base motriz la producción nacional en rublos agrícolas y ganaderos, el turismo, etc., pero la mayor amenaza de estos sectores en conjunto es la minería. Por tanto, el Estado debería trabajar en la eliminación de los conflictos poblacionales que genera la minería.
Obviamente, cuando se habla de medioambiente, se debe indicar que la tala indiscriminada de árboles no es solo generada por la minería, el urbanismo sin planificación y en total contradicción con la ley sobre uso de suelos, es también una catástrofe. Estamos hablando de que el Estado no tiene una política definida sobre cómo defender la ecología de la isla. Se trata más bien de un cumplido y de un manejo temerario de las prerrogativas que en materia ambiental se posee. Igual que la actividad minera, la extracción indiscriminada de agregados de los ríos constituye un ecocidio que sindica al ministerio de medioambiente como cómplice porque la permisología que otorga constituye una patente de corso, una detente para el Ministerio Público ambiental.
Una mirada detenida sobre la ley ambiental junto a una mirada a la legislación nacional sobre contaminación sónica, permite establecer que las autoridades son las responsables de los ilícitos ambientales, existiendo ley no hay lugar a losdelitos que a diario se cometen en todo el territorio nacional. Buen ejemplo de lo que decimos, es lo ocurrido en la discoteca Jet Set, la inobservancia de las normas por la prestancia social y política de los dueños abrió el camino, no a un desastre dirigido por la naturaleza sino por la acción u inacción humanas. Más de una decena de quejas no atendidas, pero por doquier la practica es la misma. Aquí nadie se ocupa de los silenciadores de autos de motor, ni de las motos. Se podría decir que somos una nación sin legislación anti ruidos en la práctica. Interior y Policía ha tenido que tomar el asunto en serio porque al ministerio de Medioambiente no le importa si se viola o no la ley con la que se juramentó su ministro.
Algo semejante puede afirmarse en relación a la minería, la destrucción sistemática de asentamientos humanos, protestas y malestar social constantes con daños irreversibles a la economía y a la sociedad, es lo que se observa a diario junto a un pasivo ambiental en aumento. Los manglares son depredados, los humedales secados, los árboles cortados, los ríos contaminados y sus fuentes erosionadas ante la mirada indiferente de aquellos que cobran para preservarla yprotegerla. El principio precautorio, propio del derecho ambiental ha de ser aplicado sin dilación en lo referido a la actividad minera.
¿Por qué esperar a que sea demasiado tarde? Se sabe ya que, si la temperatura en el planeta aumenta grado y medio, las catástrofes se multiplicarán. Por ello la comunidad científica invita a tomar medidas rápidas porque el desastre avanza más de prisa de lo previsto.
Hace unos años, la discusión se centraba en cuales países, los desarrollados o los en vía desarrollo habían contaminado más el planeta. Ahora el reloj avanza de tal manera que no hay tiempo para detenerlo es preciso actuar ahora mismo.Todos debemos trabaja en la restauración de la naturaleza.
El plástico es una amenaza silente que a nadie preocupa y a todos hace daño. Se sabe que la ciencia trabaja en solucionar el problema del plástico, pero, ¿mientras tanto qué? No son visibles políticas publicas encaminadas a enfrentar estos problemas todos caminamos como si nada estuviese pasando. En orden de responsabilidad, es obvio que aquellos con responsabilidades públicas tienen mayor carga de responsabilidad. No se trata solo de discurso, debe visualizar las operaciones y las acciones en pro del medioambiente.
Un Estado que no escucha la voz del pueblo, ni la voz de la ciencia es un Estado fallido, irresponsable y anti natura. DLH-9-5-2025