Activista incansable dejó huella profunda en educación y compromiso social
Santo Domingo. La vida de Semiramís Villalona de Pérez, una mujer marcada por la lucha, la docencia y el compromiso social, llegó a su fin este miércoles a los 86 años en una clínica de la capital, luego de una prolongada enfermedad. Su partida representa la despedida de una figura clave en los movimientos de izquierda y en las causas populares del país.
Nacida en Ramón Santana, provincia de San Pedro de Macorís, Villalona fue más que una militante: fue refugio y fuerza moral para muchos perseguidos políticos durante los tiempos más turbulentos de la historia dominicana. Su casa en Gazcue se convirtió en un espacio de encuentro, diálogo y resistencia para toda una generación de soñadores, intelectuales y activistas.
Educadora, compañera de luchas y madre de ideales firmes
Conocida con cariño como “Semi”, se desempeñó durante décadas como secretaria en escuelas regionales del Ministerio de Educación, y fue pieza fundamental en liceos como el Miguel Ángel Garrido, Juan Pablo Duarte y Paraguay. También colaboró con instituciones como Profamilia y la Junta Central Electoral, siempre con un enfoque en el servicio y la justicia social.
Estuvo casada con el periodista Eduardo Pérez, con quien compartió no solo una vida familiar sino un profundo compromiso político. Le sobreviven sus hijos Hugo, Hamlet, Raquel, Patricia y Alfonsina, quienes heredaron su espíritu crítico y su amor por la verdad.
Homenaje a una mujer que nunca dejó de creer
El velatorio de Semiramís Villalona se realizará a partir de la tarde de este miércoles en la Funeraria Blandino, ubicada en la avenida Abraham Lincoln del Distrito Nacional. Su sepultura tendrá lugar el jueves por la mañana, en un adiós cargado de gratitud, memoria y respeto.
Semiramís no solo educó en las aulas, también enseñó a resistir.