El gobierno promete eliminar a grupo armado tras crimen de soldados
Quito reacciona con contundencia tras la emboscada en la que once soldados ecuatorianos fueron asesinados por un grupo armado en la Amazonía. En respuesta, el gobierno de Ecuador ha desplegado 1.500 militares, incluidas unidades de Fuerzas Élites Especiales, hacia el Alto Punino, una zona selvática próxima al Coca, con el objetivo de dar con los responsables y neutralizarlos definitivamente.
El grupo señalado por el ataque es Comandos de Frontera, una escisión de las disueltas FARC colombianas, al que también se le vincula con actividades ilegales como la minería clandestina, reseña Europa Press.
El operativo militar incluye el uso de helicópteros y drones de vigilancia, y está enfocado en “localizar, capturar o eliminar” a los implicados, según informó el Ministerio de Defensa en un comunicado categórico: “Esta guerra es contra los terroristas”.
Durante el enfrentamiento, fue abatido un sujeto identificado como alias ‘Compadre’, señalado como cabecilla regional de la célula insurgente en Ecuador y presunto aliado de la banda criminal Los Lobos.
Según las autoridades, ‘Compadre’ lideraba una estructura de aproximadamente 30 guerrilleros equipados con armamento de alto calibre, explosivos y dispositivos de comunicación avanzada.
Los once soldados caídos estaban en medio de una operación para erradicar la minería ilegal en territorio amazónico.
Allí, un contingente de 80 efectivos había sido distribuido en cuatro equipos para controlar actividades delictivas en la frontera con Colombia. La emboscada, sin embargo, desató un nuevo capítulo de violencia en la región.
En respuesta al crimen, la Fiscalía ecuatoriana abrió una investigación por terrorismo, mientras que el presidente Daniel Noboa declaró tres días de luto nacional y honró a los caídos como héroes de la patria.