Hasta 60 por ciento de las mejores zonas de la fruta favorita del mundo están en riesgo
La crisis climática está dejando una marca profunda en uno de los cultivos más importantes del mundo: el banano. Según un informe revelado por la organización británica Christian Aid, hasta un 60 % de las mejores zonas bananeras del planeta podrían desaparecer antes de 2080 por culpa del aumento de las temperaturas y la intensificación de fenómenos meteorológicos extremos.
“Los bananos no son solo la fruta favorita del mundo, sino un alimento esencial para millones de personas”, advirtió Osai Ojigho, director de Política y Campañas de Christian Aid.
La advertencia subraya el papel clave de este cultivo en la seguridad alimentaria global, dado que más de 400 millones de personas dependen de él como fuente diaria de calorías.
La fruta más popular del mundo bajo grave amenaza climática
El banano, cuarto cultivo alimentario más producido globalmente después del trigo, arroz y maíz, enfrenta hoy una crisis que podría colapsar economías locales y poner en riesgo a miles de familias rurales.
Holly Woodward-Davey, de la organización Banana Link, señaló que los productores enfrentan condiciones cada vez más precarias: escasez de agua, calor extremo y reducción de los rendimientos. “Esto impacta directamente los ingresos rurales y genera condiciones laborales peligrosas”, dijo.
Además, el estrés térmico vuelve a la planta más vulnerable a enfermedades devastadoras como el Fusarium Tropical Race 4, también conocido como el "Mal de Panamá", una infección fúngica que ataca las raíces y puede aniquilar plantaciones enteras.
América Latina y el Caribe en el centro de la crisis
América Latina y el Caribe suministran el 80 % de las exportaciones globales de banano, abasteciendo a los supermercados de todo el mundo. Pero esta región también está entre las más amenazadas por el cambio climático.
En Costa Rica, tercer exportador mundial, la industria bananera genera más de 100 000 empleos, de los cuales 28 000 están directamente en las plantaciones. Sin embargo, el país se encuentra en una zona altamente expuesta a inundaciones, ciclones, y subida del nivel del mar, lo que pone en jaque su modelo de monocultivo intensivo y dependiente de agroquímicos.
Guatemala, cuarto exportador, también enfrenta riesgos severos. El banano representa su principal fuente de ingresos por exportación, pero más del 83 % de su economía se encuentra en zonas vulnerables a desastres climáticos. Esto amenaza directamente al 27 % de su población empleada en el sector agrícola.
El llamado urgente: reducir emisiones y financiar la adaptación
Christian Aid exige a los países más ricos —principales emisores de gases contaminantes— que reduzcan de inmediato sus emisiones de carbono y asuman responsabilidad financiando la adaptación de los pequeños agricultores y trabajadores rurales que no han causado esta crisis.
También se hace un llamado a los consumidores: elegir productos de comercio justo y bananos ecológicos puede contribuir significativamente a reducir la presión sobre los ecosistemas, al evitar el uso intensivo de fertilizantes químicos y garantizar un mejor trato a los productores.
“El futuro del banano está en nuestras manos”, concluye el informe. Sin acción urgente, podríamos perder mucho más que una fruta: podríamos asistir a la desaparición de medios de vida enteros, culturas agrícolas y la estabilidad económica de vastas regiones del planeta. Con datos de IPS.