La organización internacional ofrecerá asistencia humanitaria sin promover deportaciones forzadas
La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) anunció que extenderá a Estados Unidos su programa de Retorno Voluntario Asistido (RVA), una iniciativa enfocada en brindar ayuda humanitaria a migrantes que deseen regresar a sus países de origen de manera segura y digna.
La implementación en suelo estadounidense responde a una solicitud de la administración Trump, conocida por su enfoque restrictivo en materia migratoria. Sin embargo, la OIM aclaró que su papel es estrictamente humanitario y no participa en deportaciones forzadas, dejando en claro que “cada retorno debe ser voluntario y con consentimiento informado”.
Este programa ya opera en más de 100 países y está diseñado para personas en condiciones de alta vulnerabilidad, sin recursos, opciones legales ni redes de apoyo. La organización subrayó que su intervención solo comienza cuando el migrante decide por voluntad propia acogerse al programa.
La OIM señaló además que muchos migrantes en EE.UU. enfrentan contextos extremadamente difíciles, como sistemas legales complejos y acceso limitado a información y asistencia. Por ello, este esfuerzo busca ser una alternativa digna, no un instrumento de control o presión migratoria.
Mientras tanto, el gobierno estadounidense ha acelerado su política de expulsiones, incluyendo la implementación de acuerdos con terceros países, como El Salvador, a donde ya han sido enviados centenares de venezolanos bajo sospechas de vínculos con grupos armados, según versiones oficiales.
Este nuevo paso de la OIM se presenta como un recurso opcional y humanitario, en un escenario de tensiones migratorias crecientes.