Buscan resolver tensiones económicas mediante mecanismo permanente de consultas bilaterales
En un paso significativo hacia la desescalada de la guerra comercial, Estados Unidos y China pactaron en Ginebra la creación de un mecanismo permanente de consultas económicas y comerciales, con el objetivo de resolver sus disputas arancelarias y fomentar un diálogo estructurado entre ambas potencias.
El anuncio fue realizado por el viceprimer ministro chino He Lifeng, quien calificó las conversaciones como “sinceras, profundas y constructivas”, tras reunirse con Scott Bessent, secretario del Tesoro de EE. UU., durante el fin de semana en Suiza.
Ambas delegaciones coincidieron en la necesidad de establecer una vía estable de comunicación que permita abordar las fricciones surgidas durante la administración del expresidente Donald Trump, cuyo enfoque confrontativo impulsó una cascada de aranceles recíprocos entre las dos principales economías del mundo.
“He Lifeng confirmó que se ha alcanzado un acuerdo para iniciar este mecanismo de consulta bilateral, el cual permitirá realizar futuras rondas de diálogo sobre temas económicos y comerciales de interés compartido”, indicó un comunicado difundido por la agencia oficial Xinhua.
Por su parte, el secretario Bessent calificó el encuentro como “productivo” y agradeció la disposición mostrada por sus contrapartes chinas. Aunque no ofreció detalles inmediatos, adelantó que se ofrecerá más información el próximo lunes, cuando se espera una declaración conjunta que precise el alcance y la operatividad del nuevo canal de diálogo.
Este giro diplomático marca una señal de distensión tras años de tensiones comerciales que afectaron cadenas de suministro globales, inversiones y relaciones bilaterales. Ahora, con la apertura de este canal formal, ambas naciones buscan reconstruir confianza mutua y facilitar soluciones más previsibles a sus diferencias.