Habrá que determinar a priori —para no improvisar— cómo impactará el estrechamiento de estos vínculos entre Haití y África.
En medio de una crisis brutal, Haití y sus círculos de intelectuales, académicos, diplomáticos y naciones amigas gestionan su integración a la Unión Africana (UA). La propuesta más reciente fue hecha en febrero pasado por el presidente de Kenia, William Ruto, en el marco de la 38.ª Asamblea Ordinaria de este organismo africano.
La UA está integrada “por 55 estados miembros —es decir, todos los estados soberanos del continente africano—”, los cuales adquieren cada día mayor peso en el panorama universal.
Según la propuesta, la incorporación haitiana a la UA tiene como objetivo “reforzar los lazos históricos y culturales entre Haití y África”. También, afianzar las conexiones entre los haitianos y la diáspora africana, con miras a incrementar la cooperación con el debilitado Estado caribeño.
En este contexto, vale hacerse algunas preguntas: ¿Se beneficiará la República Dominicana de estos nexos entre África y Haití? ¿En qué favorecerá esta iniciativa al país, en medio de la situación de inestabilidad económica, política, humanitaria y social que sufre el vecino Estado? No está claro aún cuáles serán esos beneficios. Habría que esperar y hurgar a profundidad en las nuevas realidades que surgirán con estas relaciones.
Predecir los hechos
Habrá que determinar a priori —para no improvisar— cómo impactará el estrechamiento de estos vínculos entre Haití y África en la recuperación de la crisis haitiana y cómo se reflejará en los intercambios políticos, diplomáticos, económicos y en la paz regional. Mientras tanto, es primordial que las autoridades dominicanas den seguimiento a este proceso altamente sensible para nuestras relaciones exteriores.
Estamos hablando de que, en caso de concretarse este hecho en que Haití estrecha su vínculo con 55 estados africanos que tienen diferentes expresiones políticas y económicas, y que, según Ruto, esto permitirá que la nación de Toussaint Louverture (padre de la independencia de Haití) sea reconocida “como parte de la sexta región de África”, lo que, a su juicio, “traería significativos beneficios al vecino país en su lucha contra la crisis y la violencia”.
Pero ocurre que, al igual que como se plantea en la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), los estados miembros de la UA se comprometen a “brindarse apoyo en caso de agresión o amenazas contra su seguridad”. Esto significa que, en caso de conflicto o ataque, los países africanos deben cooperar para garantizar la defensa común. ¿Qué podría implicar este mandato, contenido en el artículo 4 de los preceptos de la UA, frente a una situación beligerante? Eso implicaría que, si surge un conflicto bélico entre RD y Haití, el país tendría que enfrentarse a este nuevo bloque de naciones africanas, además de la ONU, la OEA, Caricom, Estados Unidos, Francia y Canadá.
África y la seguridad de Haití
No se trata solo de la cooperación socioeconómica y demás beneficios que obtendría Haití al sumarse a la UA, sino que esas relaciones abarcarían también asistencia en materia de seguridad defensa. Con esta jugada en el tablero geopolítico mundial, nuevamente la diplomacia haitiana nos tomaría la delantera con creces, visto el espectro desde el punto de vista de la seguridad de Haití.
No obstante estos presagios, una consulta en el esquema de inteligencia artificial (IA) plantea que la República Dominicana se beneficiaría “de varias maneras” si la UA finalmente acoge a Haití como parte de la diáspora africana, a pesar de no estar situada geográficamente en el continente africano, sino de tratarse de una nación caribeña.
“En resumen —según la sugerencia hecha por la IA—, la integración de Haití a la UA podría generar beneficios significativos para la República Dominicana, especialmente en términos de estabilidad regional, desarrollo económico y cooperación transfronteriza”. Y agrega: “Sin embargo, es importante considerar los requisitos de admisión de la UA y las políticas que se implementan en Haití para garantizar que los beneficios sean reales y sostenibles”.
Sostiene que, “principalmente, la UA podría brindar apoyo a Haití en áreas como desarrollo económico, infraestructura y estabilidad política, lo que beneficiaría a la región en general, incluyendo a la República Dominicana”. “Además, la integración de Haití a la UA podría facilitar la cooperación y el diálogo regional, impulsando el comercio, la inversión y el intercambio cultural entre ambos países”.
Beneficios potenciales
Específicamente, la IA establece la “estabilidad regional” como uno de los beneficios potenciales que traería la incorporación de Haití a la UA. Confirma que “la UA podría ayudar a Haití a fortalecer su estabilidad política y social, lo que podría reducir la migración y mejorar las relaciones entre ambos países”.
También incidiría en la economía haitiana, ya que la UA podría brindar apoyo financiero y técnico a Haití para impulsar su desarrollo económico, lo que, a su vez, “podría generar nuevas oportunidades comerciales y de inversión para la República Dominicana”.
Se facilitaría la cooperación transfronteriza en áreas como el transporte, el comercio y la seguridad, “lo que podría optimizar las operaciones comerciales y el intercambio de personas entre ambos países”. Igualmente, contribuiría a la cohesión y la unidad de la región, lo que podría generar nuevas oportunidades para la cooperación regional y la promoción del desarrollo sostenible.
La IA expuso, además, algunas consideraciones, como el hecho de que la UA tiene requisitos específicos para la admisión de nuevos miembros, “y es posible que Haití no cumpla con todos ellos”.
Estados Unidos y reunión de presidentes
Considere, asimismo, que el impacto de la integración de Haití a la UA en la República Dominicana dependerá de las políticas y programas que este organismo implemente en Haití y en la región.
Estima, además, que “la cooperación entre RD y Haití dependerá de la voluntad política de ambos países, así como de la creación de mecanismos de diálogo y colaboración”. ¿Se producirán estas últimas condiciones?
La integración de Haití a la UA plantea nuevos escenarios en la geopolítica del Caribe, y cabría preguntarse cuál será el papel que jugaría Estados Unidos en los mismos, en razón de que el coloso del norte ha establecido a esta región como su “patio trasero”. ¿Permitirán Estados Unidos, Francia y Canadá la incidencia de los africanos en la política vernácula de la región? Esperamos a ver qué trae el barco.
En tanto, la presencia de la UA en Haití y su impacto en las relaciones con el vecino Estado tiene que formar parte de la agenda a discutir entre el presidente Luis Abinader y los exmandatarios Leonel Fernández, Danilo Medina e Hipólito Mejía, a fin de dilucidar el tema haitiano que tantos daños causa a la economía y la estabilidad de nuestra nación.
Asimismo, el Ministerio de Relaciones Exteriores, a su vez, tiene que iniciar acercamientos con la UA —o fortalecerlos si ya existen,—a fin de predecir cuáles son sus verdaderos propósitos, más allá de los nexos históricos y culturales que tienen los estados africanos con Haití, los cuales debemos aprovechar para adelantarnos a los hechos y fortalecer nuestros vínculos con África.
*El autor es periodista.
Emiliano Reyes
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