Ni en la segunda ni en la tercera votación se alcanzaron los 89 votos necesarios para elegir al 267° pontífice de la Iglesia Católica.
El humo negro volvió a elevarse desde la Capilla Sixtina a las 11:51 de la mañana de este jueves 8 de mayo, confirmando que el Cónclave aún no ha logrado consensuar al sucesor del papa Francisco.
Ni en la segunda ni en la tercera votación se alcanzaron los 89 votos necesarios para elegir al 267° pontífice de la Iglesia Católica, recoge Europa Press..
Desde las 9:15 horas, los 133 cardenales electores permanecen reunidos a puerta cerrada, inmersos en un proceso de deliberación que hasta el momento no ha mostrado avances decisivos. La primera fumata, también negra, ocurrió la noche anterior, aunque con dos horas de retraso, a las 21:00 horas del miércoles.
En contraste, el humo de esta mañana sorprendió por su anticipación, dado que se esperaba que la señal apareciera alrededor de las 12:30 tras dos rondas matutinas. La Plaza de San Pedro se mostró hoy menos concurrida, aunque no exenta de curiosidad y expectativa entre los fieles presentes.
Los purpurados harán una pausa para el almuerzo en la residencia de Santa Marta y reanudarán las sesiones en la tarde. Las votaciones vespertinas están programadas para las 16:30 horas, con posibilidad de fumata blanca a las 17:30 o 19:00 horas, dependiendo del resultado de las dos rondas adicionales.
Si tras estas no se alcanza el consenso, la jornada concluirá nuevamente con humo negro. El ritmo de votaciones se mantendrá igual el viernes, aunque ya se contempla una jornada de reflexión y oración, que podría programarse para sábado o domingo, dependiendo de cómo se cuenten los días efectivos de votación.
Según el Motu Proprio de Benedicto XVI, si después de cuatro series de escrutinios no hay resultado, los cardenales podrán concentrar la elección entre los dos candidatos más votados, aunque seguirán necesitando los dos tercios del total.
Durante todo el proceso, los cardenales están obligados por juramento a mantener el más estricto secreto sobre las deliberaciones. También se han comprometido a rechazar cualquier tipo de interferencia externa y, en caso de ser elegidos, a asumir con fidelidad el munus Petrinum, es decir, la misión de pastor de la Iglesia universal.
En elecciones anteriores, el proceso fue más rápido. Francisco fue elegido en la quinta votación en 2013, mientras que Benedicto XVI lo fue tras la cuarta ronda en 2005. Para Juan Pablo II, sin embargo, se necesitaron ocho votaciones, alcanzando el consenso al final del tercer día.
