Galería 360 acoge hasta el 30 de mayo una muestra de su obra
Santo Domingo, abril de 2025.- En el atrio iluminado de Galería 360, el metal volvió a hablar. No con ruido ni fricción, sino con la elocuencia serena del arte que perdura. La familia de José Ignacio Morales, conocido como “El Artístico”, dio inicio a una exposición que más que una muestra, es un acto de amor: Alma de acero, un tributo vivo al maestro del metal.


La noche de inauguración fue íntima, pero cargada de emociones. La ceremonia comenzó con la voz templada de Hilda Peguero, quien dio la bienvenida a amigos, familiares, artistas y admiradores del escultor romanense. Luego, tomó la palabra Jaina Morales, su hija, para ofrecer un testimonio que conmovió hasta a los asistentes menos cercanos: “Mi papá convirtió el metal en esperanza. Para muchos fue un maestro; para mí, fue un milagro cotidiano”.
Cada invitado recibió una flor blanca con un mensaje bíblico: “Cada uno ponga al servicio de los demás el don que haya recibido…” Una declaración sencilla, pero potente, que resume la filosofía de vida de El Artístico.
Una vida entregada al arte y al prójimo
José Ignacio Morales no sólo moldeaba el hierro, también moldeó futuros. A lo largo de su carrera formó a cientos de jóvenes, ofreciéndoles herramientas para transformar su realidad. Su taller en La Romana fue, durante décadas, un refugio de aprendizaje, una fábrica de oportunidades.
La exposición reúne algunas de sus piezas más emblemáticas: esculturas monumentales, obras figurativas y composiciones abstractas donde el acero parece respirar. Cada obra está acompañada por descripciones breves y fotografías del proceso creativo, permitiendo al visitante adentrarse en la mente del artista.
Durante el acto inaugural, se proyectó un video con imágenes inéditas de su vida, entremezcladas con testimonios de familiares, discípulos y figuras del arte y la cultura. Héctor Julio Medina Arias, uno de sus primeros alumnos, narró cómo a los 11 años encontró en Morales no sólo un maestro, sino un padre artístico: “Él no me enseñó a soldar, me enseñó a creer en mí”.
El legado de El Artístico trasciende fronteras. Sus esculturas se exhiben en calles, plazas y museos de Europa, Estados Unidos y América Latina. Pero su mayor obra, coinciden muchos, fue su entrega incansable a la comunidad.
Cultura, arte y reconocimiento
A la actividad asistieron autoridades de La Romana, representantes del sector turístico y miembros de la Asociación Dominicana de Prensa Turística (Adompretur), encabezados por su presidenta, Yenny Polanco Lovera. El Ballet Folklórico del Ministerio de Turismo aportó un toque festivo y simbólico con una presentación que conectó las raíces del país con la obra del homenajeado.


El montaje curatorial de la exposición fue cuidadosamente diseñado para resaltar el equilibrio entre fuerza y sensibilidad que caracterizaba su estilo. No es casualidad que el título Alma de acero refleje esa dualidad: la dureza del material, y la ternura del espíritu que lo transformaba.
Al cierre del acto, Jaina Morales, junto a su madre Aida Santana y otros miembros de la familia, invitaron al público a recorrer la muestra, abierta hasta el viernes 30 de mayo. “Que no sea un adiós”, dijo Jaina, “sino una cita con la memoria y la inspiración”.
Una invitación al recuerdo activo
El legado de José Ignacio Morales sigue presente, no sólo en el acero que resiste el paso del tiempo, sino en las vidas que tocó, en los oficios que enseñó y en las comunidades que ayudó a levantar. El Artístico no murió: se multiplicó.
La exposición Alma de acero es más que una galería de esculturas. Es una promesa de continuidad. Un recordatorio de que el arte, cuando nace del compromiso y el amor, se vuelve eterno.