La OIM denuncia deportaciones forzosas desde RD en plena crisis humanitaria.
NUEVA YORK.- La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) advirtió que más de 20,000 haitianos considerados “vulnerables” fueron deportados desde República Dominicana durante el mes de abril, la cifra más alta registrada en lo que va de 2025. Esta situación ha provocado un despliegue urgente de ayuda humanitaria en la frontera, especialmente en zonas como Veladero y Juana Méndez.
Desde el 22 de abril, la OIM, en coordinación con otras organizaciones, ha asistido a más de 3,500 personas en situación crítica. Cada día atienden un promedio de 15 mujeres embarazadas y 15 madres lactantes, en medio de una crisis que se agrava por la violencia, el desplazamiento forzado y el colapso institucional en Haití.
Amy Pope, directora general de la OIM, calificó las deportaciones como “especialmente alarmantes”, subrayando que agravan una situación ya frágil. “La violencia de los grupos armados y las expulsiones masivas agravan el sufrimiento de miles de personas. Necesitamos más apoyo internacional para responder a esta emergencia”, declaró.
Haití vive una de sus peores crisis humanitarias. En la capital, Puerto Príncipe, y en el departamento Centro, el aumento de ataques armados ha forzado a más de 51,000 personas a abandonar sus hogares. Muchos han llegado a localidades fronterizas como Veladero, donde más de 4,000 desplazados enfrentan condiciones extremas.
El acceso a estas zonas se ha vuelto casi imposible. Grupos armados controlan las rutas principales, bloqueando la entrada de suministros esenciales y obstaculizando la labor de los trabajadores humanitarios. Esta situación representa un doble golpe para quienes ya huyen del hambre, la violencia y la falta de servicios básicos.
La OIM ha hecho un llamado urgente a la comunidad internacional y a los donantes para reforzar el apoyo humanitario en la región. A pesar de los esfuerzos actuales, las necesidades superan con creces los recursos disponibles.
La creciente presión migratoria en la frontera entre República Dominicana y Haití refleja un problema regional de gran escala, donde la seguridad, los derechos humanos y la ayuda humanitaria deben ser prioridad inmediata.