Además, más de 5.000 familias palestinas han quedado reducidas a un único sobreviviente.
Más de 2.200 familias palestinas han sido completamente aniquiladas en Gaza en los últimos 18 meses de ofensiva militar israelí, según denunció este domingo la Oficina de Medios del Gobierno de la Franja, controlada por Hamás. Además, más de 5.000 familias palestinas han quedado reducidas a un único sobreviviente.
La devastadora cifra se enmarca en la respuesta militar de Israel tras el ataque del 7 de octubre de 2023, cuando milicias palestinas mataron a unos 1.200 israelíes y secuestraron a 250 personas. Desde entonces, el saldo de víctimas en Gaza asciende a 52.243 muertos y 117.639 heridos, una catástrofe humana que no cesa.
Impacto directo sobre los sectores humanitarios y civiles
Las autoridades gazatíes subrayan que el 65% de las víctimas son niños, mujeres y ancianos. Particularmente alarmante es la destrucción de los sectores esenciales: más de 1.400 médicos y profesionales de la salud han perdido la vida, junto con al menos 113 miembros de la Defensa Civil y 750 trabajadores humanitarios.
La represión ha alcanzado incluso a la prensa, con 212 periodistas asesinados, en lo que describen como una estrategia deliberada de "silenciar la voz de la verdad". Además, el informe denuncia la muerte de 13.000 estudiantes, 800 profesores y 150 científicos y académicos, afectando severamente la estructura educativa y social de Gaza.
Denuncian genocidio sistemático
La Oficina de Medios acusa a Israel de practicar una política de exterminio sistemático contra la población civil. Basan esta acusación en documentos de instituciones locales e internacionales y en testimonios de pilotos israelíes que habrían admitido ataques deliberados contra zonas residenciales.
También responsabilizan a gobiernos como los de Estados Unidos, Alemania, Reino Unido y Francia por su apoyo militar y político a Israel. Exigen a Naciones Unidas y a los tribunales internacionales que tomen medidas inmediatas para juzgar a los responsables de lo que califican como crímenes de guerra y genocidio.
"La sangre de los niños, las mujeres y los ancianos será el testigo eterno de esta ocupación brutal", concluye el comunicado, que advierte que estos crímenes "no prescribirán jamás" y serán perseguidos hasta obtener justicia. Con datos de Europa Press