Indica que debe erradicarse las justificaciones a la violencia al tiempo que rechazó los discursos que perpetúan la desigualdad
La presidenta de la Comisión de Género del Senado de la República Dominicana, Aracelis Villanueva, enfatizó que los 61 feminicidios registrados en 2024 representan una tragedia nacional que requiere un compromiso firme con la transformación cultural y estructural.
"Esta alarmante cifra no solo son estadísticas; son vidas perdidas que han desgarrado a familias enteras", afirmó, basándose en los datos de la Dirección contra la Violencia de Género de la Procuraduría General.
Villanueva subrayó que es imperativo que cada ciudadano, desde su ámbito de responsabilidad, participe activamente en la prevención de la violencia y la promoción de la equidad.
"No podemos permitir que narrativas retrógradas sigan justificando o invisibilizando las raíces profundas de la desigualdad", declaró con firmeza.
Rechaza discursos que perpetúan la desigualdad
La senadora respondió enérgicamente a las declaraciones del pastor Ezequiel Molina, quien el pasado 1 de enero afirmó que "detrás de cada mujer exitosa, lo más probable es que haya un hogar descuidado".
Villanueva refutó categóricamente estas palabras, enfatizando que "detrás de cada mujer exitosa hay esfuerzo, disciplina y el derecho incuestionable a elegir su propio camino".
Agregó que el éxito profesional y una vida equilibrada no son excluyentes, sino resultado de una sociedad que respeta y apoya las elecciones individuales.
Aunque el pastor Molina intentó aclarar que sus palabras habían sido malinterpretadas, sosteniendo que su intención era defender a las mujeres por enfrentar una "doble carga", sus declaraciones generaron una ola de críticas.
La senadora destacó la necesidad de erradicar estas posturas que perpetúan estereotipos y justifican la violencia estructural.
Por una sociedad donde las mujeres sean libres y equitativas
Villanueva enfatizó que las mujeres dominicanas no solo luchan por alcanzar sus metas personales y profesionales, sino también trabajan incansablemente para construir hogares, comunidades y un país más justo.
"No podemos seguir tolerando que discursos desfasados frenen el avance hacia una sociedad equitativa y libre de violencia", aseveró.
Finalmente, hizo un llamado a fortalecer las políticas públicas y los programas educativos que promuevan el respeto, la igualdad y la prevención de la violencia.
"Es momento de transformar no solo las estructuras legales, sino también las culturales que han perpetuado este flagelo por demasiado tiempo", concluyó con determinación.
