Rebeldes y yihadistas ganan terreno en ofensiva hacia Damasco
Damaso, Siria.- Por primera vez desde que Israel ocupó los Altos del Golán en los años 80, las fuerzas leales al régimen sirio han abandonado posiciones estratégicas en el sur del país, en un movimiento que evidencia la presión de la ofensiva rebelde y yihadista lanzada a finales de noviembre. La retirada marca un punto de inflexión en el conflicto, dejando zonas clave como Deraa y Sueida bajo control insurgente.
Según el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, las tropas del régimen y sus aliados han efectuado un repliegue de Deraa, Sueida y Quneitra, áreas estratégicas por su cercanía a la frontera con Israel y a la capital, Damasco. Estos avances responden a dos ofensivas combinadas: “Disuadir la Agresión”, liderada por Hayat Tahrir al Sham (HTS), y “Amanecer de Libertad”, encabezada por grupos rebeldes sirios. Ambas operaciones han desencadenado enfrentamientos intensos que también afectan a otras provincias como Homs.
Deraa y Homs: escenarios de batalla clave
En Deraa, los insurgentes controlan el 90% del territorio provincial, mientras que en Homs, la tercera ciudad más poblada del país, los combates se intensifican. Los rebeldes, respaldados por HTS, han informado de avances significativos, situándose a tan solo 20 kilómetros de la entrada sur de Damasco. La ofensiva busca consolidar posiciones estratégicas antes de intentar asediar la capital.
El Ministerio de Defensa sirio ha reconocido un “redespliegue” en Deraa y Sueida, un término que en anteriores ocasiones ha precedido la admisión de pérdidas territoriales. Sin embargo, el régimen ha mantenido silencio sobre las posiciones abandonadas en Quneitra, un territorio históricamente sensible debido a su cercanía con los Altos del Golán.
Resistencia internacional y posibles consecuencias
A pesar de los reveses en el terreno, los aliados internacionales del régimen de Bashar al Assad, como Rusia, Irán y Hezbolá, han reiterado su apoyo. No obstante, Rusia ha emitido una alerta a sus ciudadanos para que abandonen Siria ante la escalada del conflicto, una medida que subraya la gravedad de la situación.
El repliegue de las fuerzas del régimen en el sur representa el mayor desafío para Al Assad en años, especialmente en un momento en que la oposición parece más organizada y decidida a aprovechar el desgaste de las tropas gubernamentales. La ofensiva actual es la primera de esta magnitud desde que en 2020 Turquía y Rusia acordaron un alto el fuego tras meses de enfrentamientos.
Un conflicto que no cesa
La creciente presión sobre las fuerzas del régimen en el sur y el centro del país podría modificar el equilibrio de poder en Siria, que ya ha sido escenario de múltiples reconfiguraciones territoriales desde el inicio de la guerra en 2011. Mientras tanto, la población civil sigue sufriendo las consecuencias devastadoras de un conflicto prolongado, que ha desplazado a millones de personas y dejado un rastro de destrucción en gran parte del territorio sirio.
El futuro inmediato de Siria se perfila incierto, con un régimen cada vez más presionado y una oposición que busca aprovechar cada oportunidad para ganar terreno. La comunidad internacional observa con preocupación los eventos en el sur, mientras el conflicto amenaza con reavivar enfrentamientos en otras regiones del país.
