El “Beeg Boy” deja un legado imborrable en el deporte nacional e internacional
San Pedro de Macorís, República Dominicana – Ricardo Adolfo Jacobo Carty, conocido mundialmente como Rico Carty, falleció la noche del sábado a los 85 años, según confirmó su hija menor, Ivette Carty, a través de sus redes sociales.
“Con el corazón destrozado, la familia Carty lamenta informar a todos nuestros familiares, amigos y relacionados que nuestro padre, el señor Ricardo Adolfo Jacobo Carty (Rico Carty), esta noche perdió la batalla. Fue un guerrero hasta su último aliento de vida”, expresó Ivette en un mensaje cargado de emotividad.
Nacido el 1 de septiembre de 1939 en San Pedro de Macorís, cuna de grandes talentos del béisbol dominicano, Rico Carty se destacó como uno de los mejores bateadores de su época. Su carrera en las Grandes Ligas (MLB) abarcó desde 1963 hasta 1979, militando en equipos como los Bravos de Milwaukee/Atlanta, los Rangers de Texas, los Cachorros de Chicago, los Atléticos de Oakland, los Indios de Cleveland y los Azulejos de Toronto.
Entre sus logros más memorables, se destaca la temporada de 1970, cuando conquistó el título de campeón de bateo de la Liga Nacional con un impresionante promedio de .366, el más alto en las Grandes Ligas desde Ted Williams en 1957. Ese mismo año, fue seleccionado para el Juego de Estrellas como titular, a pesar de no aparecer en la boleta oficial, siendo elegido por los fanáticos como candidato por escrito.
A lo largo de su carrera, Carty acumuló 1,677 hits, 204 jonrones y 890 carreras impulsadas, manteniendo un promedio de bateo de .299. Su versatilidad le permitió desempeñarse como jardinero izquierdo, primera base y bateador designado.
Más allá de sus estadísticas, Rico Carty fue un pionero para los peloteros dominicanos en las Grandes Ligas, enfrentando y superando desafíos como lesiones, enfermedades y barreras culturales. Su carisma y determinación lo convirtieron en una figura querida tanto en su país natal como en las ciudades donde jugó.
La partida de Rico Carty deja un vacío irreparable en el deporte dominicano y en el corazón de quienes admiraron su talento y espíritu competitivo. Su legado perdurará como ejemplo de perseverancia y excelencia en el béisbol.
Rico Carty: Un Gigante del Bateo Dominicano
Ricardo Adolfo Carty, mejor conocido como Rico Carty, fue un formidable bateador dominicano que dejó una huella imborrable en las Grandes Ligas. Carty demostró desde joven un talento innato para el béisbol, que lo llevaría a convertirse en uno de los mejores bateadores de su generación.
Su carrera en las Grandes Ligas comenzó en 1963 con los Bravos de Milwaukee, equipo con el que alcanzaría sus mayores éxitos. Carty se destacó por su poder y consistencia en el plato, acumulando un impresionante promedio de bateo a lo largo de su carrera. Su habilidad para conectar imparables y jonrones lo convirtió en una figura fundamental en la alineación de los Bravos, contribuyendo de manera significativa a la conquista del primer título divisional de la franquicia en 1969.
Carty vistió los uniformes de varios equipos, incluyendo a los Cachorros de Chicago, los Atléticos de Oakland, los Indios de Cleveland, los Azulejos de Toronto y los Rangers de Texas. A pesar de cambiar de equipo en varias ocasiones, su talento siempre fue evidente, y su nombre se convirtió en sinónimo de excelencia en el béisbol.
Más allá de sus números y logros individuales, Carty era reconocido por su carisma y personalidad alegre. Su sentido del humor y sus anécdotas lo convirtieron en uno de los jugadores más queridos por sus compañeros y fanáticos. Su legado trasciende las estadísticas, y su nombre sigue siendo recordado con gran respeto en la República Dominicana y en todo el mundo del béisbol.
Rico Carty fue exaltado al Pabellón de la Fama del Deporte Dominicano en 1989, un reconocimiento merecido a una carrera llena de éxitos y contribuciones al béisbol. Su historia es una inspiración para las futuras generaciones de peloteros dominicanos, demostrando que con talento, dedicación y pasión se pueden alcanzar las más altas metas en el deporte.
