El Presidente Danilo Medina Sánchez está llevando a cabo un gobierno que muchos califican de gobierno de los pobres. Con sus visitas sorpresas, gusta el Presidente de enterarse directamente de los problemas de los ciudadanos e inmediatamente instruye para la solución de necesidades inmediatas de las comunidades sean resueltas sin vueltas burocráticas.

Ayudantes como el Ministro de Obras Públicas y otros llevan a cabo la labor de no dejar en el aire las respuestas del Presidente a la población comunitaria. Pero ¿qué sucede en el sector consumo?
Puede afirmarse que el dolor de cabeza de la Presidencia de la República es el sector consumo, durante la campaña el entonces candidato a la Presidencia de la República, Danilo Medina, debió referirse a la alta valoración que en su desempeño tenía la señora Altagracia Paulino, a la sazón Directora Ejecutiva de Pro Consumidor, en aquel momento; luego cuando ascendió las escalinatas del Palacio Nacional confirmó en su puesto a la flamante entonces directora de Pro Consumidor, pero como dicha servidora pública actuó siempre apegada a la letra de la ley y de la Constitución, vencido su mandato, dejó vacante su posición y por esos azares de la vida, fue sustituida por una burócrata que nunca ha sido una compromisaria del sector consumo.
La que desde su llegada a la posición, no ha hecho más que destruir lo que con mucho esfuerzo fue construido un órgano de y para los consumidores, para desgracia de los consumidores y del propio Presidente de la República, pues donde tenía un descanso en su agotadora labor presidencial, ahora tiene un tremendo dolor de cabeza. Porque la referida burócrata, hoy entronizada en Pro Consumidor, no hace más que errar, violar la ley y ganarse el repudio de sus empleados y, peor aún, de los consumidores.
Para nadie es secreto que si el Presidente no toma carta en el asunto, su popularidad y su gestión quedarían manchadas por la incompetencia de la actual inquilina. Es que solo los empresarios acostumbrados a evadir la ley, respaldan la gestión de la actual Directora Ejecutiva de Pro Consumidor.
El sábado recién finalizado, una asamblea de organizaciones de consumidores, determinó hacer una carta conjunta de repudio a dicha incumbente, con el objeto de hacerla llegar al señor Presidente de la República con su postura sobre el desempeño de esta burócrata gris. Es decir: con las notas en rojo que tiene.
En el Estado Social y Democrático de Derecho que nos rige conforme a la Constitución de la República, las asociaciones de consumidores tienen un peso específico pues se trata de un sector situado frente al mercado y frente al Estado, pero de una importancia crucial, para armonizar intereses en conflicto, pues pueden llegar hasta donde ni el Estado ni el mercado pueden llegar: a la franja de los desposeídos y de los descontentos.
De manera que tanto el Estado como los empresarios deberían aunar esfuerzos para fortalecer este importante sector que sirve de colchón pro positivo en las buenas prácticas de ejecución de las políticas públicas en materia de consumo. Puede afirmarse que se trata de organismos indispensables de la sociedad civil, para la buena marcha del mercado y de una institucionalizante gestión de gobierno.
Sin embargo, la única que no entiende eso, es la Directora Ejecutiva de Pro Consumidor, quien estando al frente de dicha institución desde hace dos años, ha hecho todo cuanto ha estado a su alcance para destruir el movimiento consumerista nacional y descuidar las quejas de los consumidores.
El tema es que como vivimos en una sociedad global y globalizada, cualquiera de estos días, puede despertar el gobierno con una queja internacional del sector consumo internacional, originado en el pobre desempeño de la actual Directora de Pro Consumidor. Una mirada a los abusos que ocurren en la venta de combustibles o una mirada a lo que ocurre en las telecomunicaciones serían suficientes para otorgar baja calificación a la tristemente célebre.
Como sabemos, el Presidente de la República tiene un prestigio que cuidar, un partido cuyo fundador fue quien introdujo tanto en la Constitución como en las leyes el derecho de consumo en el país, por tanto, es mucho lo que hay en juego desde el punto de vista ético institucional. Por tanto, el mandatario sabrá sustituir a dicha deficitaria incumbente por alguien que proviniendo del sector consumo, pueda tener un mejor desempeño que la gestión actual. Esa decisión pasa por respetar la terna que, conforme a la ley, habrá de someter el sector consumo al señor Presidente, para de la misma determinar quién sustituirá a la incompetente.
El gobierno del Presidente Danilo Medina ha resaltado la obra de gobierno del PLD con acciones más allá de las también excelentes gestiones del Presidente Fernández, no puede entonces retroceder en este renglón sin auto lesionarse. Por tanto, está claro, que las inquietudes del sector consumo será satisfecha próximamente por el Presidente de todos los dominicanos y dominicanas.DLH-10-12-2017