Como cada fin de año, la Iglesia Monte de Dios realizó su acostumbrada boda colectiva, donde en esta ocasión, 61 parejas consagraron sus matrimonios delante de la presencia de Dios.
Santo Domingo, diciembre 2016.-La Iglesia Monte de Dios celebró la noche de este viernes nueve la acostumbrada boda colectiva de fin de año, donde 61 parejas decidieron consagrar sus matrimonios a Dios.
La Boda Colectiva 2016 inició con el desfile de cada una de las parejas, quienes luego de una exhortación del Apóstol Miguel Bogaert, hicieron sus votos matrimoniales, y finalmente consagraron su unión comiendo el pan y vino en representación del cuerpo y sangre de Cristo como sello de su amor.
Los pastores de la iglesia, Miguel y Montserrat Bogaert explicaron que el objetivo de esta boda es encausar a estas parejas al propósito y voluntad de Dios en sus matrimonios y familias, así como levantar hogares fuertes, sustentados en Cristo Jesús.
Manifestaron que esa iglesia nació a través de la consejería familiar por lo que consideran vital establecer los matrimonios bajo los fundamentos del amor de Dios como una forma de resarcir la desintegración y otros males que aquejan la sociedad actual.
Este evento anual que tiene 11 años realizándose se desarrolla luego que las parejas reconocen a Jesucristo como su único salvador, después pasan por un proceso de discipulado de principios bíblicos, posteriormente son bautizadas, tras lo que mantienen una formación constante basada en las Sagradas Escrituras.
Los esposos lucieron felices al sellar la unión bajo los principios y fundamentos de la Sagradas Escrituras, quienes recibieron la compañía de familiares y amigos.
La Iglesia Monte de Dios tiene 12 años de fundada y es dirigida por los pastores Miguel y Montserrat Bogaert. Actualmente tiene una membresía de más de cinco mil personas, y es considerada una iglesia de familia que tiene como visión restaurar, fortalecer y transformar los matrimonios a través del poder de la Palabra y del Espíritu Santo para guiarlos al conocimiento de la verdad, que es Jesucristo.
