La religiosa homenajeada en “Un día con la autora y su obra” llegó al municipio de Consuelo, San Pedro de Macorís, con 23 años y los siguientes sesenta años los ha dedicado a mejorar la vida de sus munícipes en los aspectos de educación, salud, cultura y empleo
SANTO DOMINGO. Sor Leonor Gibb, la religiosa que llegó al Ingenio Consuelo de San Pedro de Macorís en 1959, provocando una revolución educativa desde una perspectiva de valores, fue reconocida por el Área de Ciencias Sociales y Humanidades del Instituto Tecnológico de Santo Domingo (INTEC) en la XXII edición del homenaje “Un día con la autora y su obra”.
La sala Julio Ravelo de la Fuente de la Biblioteca Emilio Rodríguez Demorizi se vistió de fiesta. Allí estudiantes de los colegios Lux Mundi, Santa Teresita, Babeque Secundario y el Politécnico Inmaculada Concepción del municipio de Consuelo conjugaron diversas manifestaciones artísticas para exaltar la labor realizada por la hermana Gibb en favor de esa comunidad.
Asimismo, Juan Tomás Tavares, exdirector de Educa; Leonor Elmúdesi, directora general de la comunidad educativa Lux Mundi; y Avelino Stanley, ex viceministro de Cultura, disertaron durante el panel “Sor Leonor Gibb: Tres voces, tres visiones”, acerca de los aportes de la monja canadiense, que a sus 83 años mantiene intacto el espíritu emprendedor con el que ha posicionado a Consuelo como un referente de buenas prácticas en materia educativa, en los niveles inicial, básico y secundario.
Como indicó Elmúdesi, quien realizó su tesis doctoral sobre el sistema educativo implementado por las Hermanas Grises de la Inmaculada Concepción, el éxito del mismo radica en que al tiempo de educar impactaron en la comunidad en base al amor.
Avelino Stanley, quien fuera estudiante de la escuela Divina Providencia, afirmó que el municipio de Consuelo era como el Macondo descrito por Gabriel García Márquez en su famosa novela “Cien Años de Soledad” a la llegada de las Hermanas Grises. “Las monjas llegaron a Consuelo extraviadas y vieron allí tal necesidad que decidieron quedarse como manda su vocación de servicio y el cambio se dio”, aseguró visiblemente emocionado.
Juan Tomás Tavares valoró que la obra educativa de Gibb no solo impactó a Consuelo, sino a nivel nacional. “Quizás no está escrito, pero el trabajo de Sor Leonor fue la inspiración para el Plan Decenal y de Educa”.
En sus palabras de agradecimiento, Sor Leonor Gibb afirmó que gracias era una palabra que se quedaba corta, “Un día con una autora y su obra lo llevaré siempre en mi corazón. Estoy aquí acompañada por mucha gente que día a día han estado a mi lado llevando educación en valores y formación: los maestros, los que trabajan en el Distrito Escolar y los que están conmigo en el Patronato. Quiero reconocer a mis hermanas de comunidad”, precisó.
“Un día con un autor y su obra” fue iniciado por el Área de Ciencias Sociales y Humanidades del INTEC en el año 1995, con el objetivo de contribuir al fortalecimiento de la cultura dominicana, a través del reconocimiento y promoción del quehacer intelectual, artístico, científico, tecnológico y empresarial de destacadas personalidades.
Ha servido como escenario para resaltar la vida y obra de Virgilio Díaz Grullón, Elsa Núñez, Rafael Solano, Jorge Cela, María Ugarte, Freddy Ginebra, Mariano Lebrón Saviñón, Marcio Veloz Maggiolo, Juan Bolívar Díaz, Soucy de Pellerano, Mary Pérez de Marrazini, entre otros.