Santo Domingo.- Las instituciones de la dictadura no fueron desmontadas, muchas de ellas se conservan intactas y otras tienen algunos cambios, pero muy pocos.
La consideración es de la directora del Museo Memorial de la Resistencia Dominicana (MMRD), Luisa De Peña Díaz, quien asegura que aunque el sistema de represión en República Dominicana ha variado, muchas prácticas de la dictadura aún se mantienen.
“El sistema de represión ha variado un poco, ya no sienta a la gente en una silla eléctrica, pero si todavía pasan la picana eléctrica, porque vimos ahí en la prensa a un muchacho creo que en La vega o en Bonao que le pasaron un bastón eléctrico, entonces la práctica de la dictadura se manifiesta en todos los niveles y todos los estamentos de la vida nacional dominicana”, aseguró De Peña Díaz durante su intervención en el taller Derechos Humanos y Dictaduras en Latinoamérica, organizado por la Fundación Comunidad, Esperanza y Justicia Internacional.
Entiende que esas prácticas dictatoriales se ven hasta dentro de los partidos políticos, que son los llamados a mantener la democracia, donde los grupos luchan entré sí para mantenerse en el poder. “Entonces, todo eso se sostiene sobre un sistema de impunidad y complicidad que durante más de 50 años ha estado vigente en República Dominicana.
Consideró que aunque en la Constitución de 2010 se reconocen y condenan los crímenes de lesa humanidad, los cambios que se han registrado son muy tímidos, debido a que su aplicación conlleva una serie de leyes y reglamentos que todavía no se han aprobado, producto del sistema de corrupción e impunidad que impera en el país.
“Si bien es cierto que hubo cambios importantes en la base con la nueva Constitución del 2010, donde se reconocen los crímenes de lesa humanidad, y hay una serie de cosas que se desmontan, es un poco tímido todo el asunto”, dijo.
Indicó que estudios recientes han demostrado que en República Dominicana se conservan las estructuras de la dictadura más intactas de Latinoamérica. “Y eso es mucho decir, porque nos estamos comparando con Honduras, nos estamos comparando con países como Paraguay, realmente no vivimos en dictadura, vivimos en una democracia deformada, pero con muchas signos de dictadura”, entiende.
