Santo Domingo como todas las ciudades del mundo están siendo impactadas por el cambio climático, lo que ha llevado al Ayuntamiento del Distrito Nacional a la creación y fortalecimiento de capacidades técnicas y operacionales para adaptarse a esos cambios.
Por su posición geográfica y estar en las rutas de los ciclones, la ciudad de Santo Domingo es vulnerable a cualquier evento natural, ya que un terremoto podría generar un tsunami, afectando la zona costera del Distrito Nacional.
Para mitigar los efectos de un fenómeno natural, las autoridades del cabildo han puesto en práctica medidas de resiliencia, que consiste en la capacidad para resistir, asimilar y recuperarse de los efectos de las amenazas, de manera oportuna y eficiente, manteniendo o restituyendo sus estructuras básicas, funciones e identidad esenciales.
Bajo ese marco, la sala capitular, a instancia del Alcalde Roberto Salcedo, declaró el 2015 como el año de la Resiliencia de la Ciudad, ya que está expuesta a los embates climáticos derivados de los trastornos generados en la atmósfera.
“Una comunidad resiliente está bien posicionada para manejar las amenazas, minimizar los efectos, o recuperarse de cualquier impacto negativo rápidamente, incluso logrado un estado mejor que el que tenía antes de la amenaza”, señala un estudio elaborado por la Agencia para el Desarrollo de los Estados Unidos (USAID).
Las autoridades del cabildo del Distrito Nacional en esa línea de acción han venido creando espacios de trabajo para brindar un servicio más oportuno a la población frente a las amenazas del cambio climático.
El secretario de Gestión Ambiental, ingeniero José Miguel Martínez, explicó que dentro de los espacios de trabajo se han celebrado reuniones con representantes de juntas de vecinos para tomar acciones coordinadas en los barrios de las tres circunscripciones del Distrito Nacional.
Dijo que los trabajos se han venido realizando en los sectores circundantes a los ríos Ozama e Isabela como forma de aplicar programas de mitigación de desastres.
El ADN sostiene que la coordinación interinstitucional es fundamental para enfrenar los retos que el cambio climático representa, especialmente para la gestión de los espacios urbanos en caso de eventos de precipitación.
Los trabajos de coordinación se han venido ejecutando con los ministerios de Obras Públicas, Salud Pública, las corporaciones del Acueducto de Santo Domingo (CAASD), y Dominicana de Empresas Eléctricas Estatales (CDEEE), con la colaboración de la USAID.
