No se va a celebrar la consulta independentista catalana, a pesar de la solemne escenografía con la que Artur Mas la ha convocado y las grandilocuentes palabras respecto al derecho de los catalanes a decidir sobre su futuro. No se va a celebrar porque no se puede. Es inconstitucional se mire por donde se mire, aunque no fuera más que porque rompe la unidad de España. Mas puede inventar lo que quiera, pero no se va a celebrar esa consulta mientras no lo permita la Constitución y la ley. Y lo sabe Mas desde siempre, desde que decidió el camino independentista con poco sentido común y ningún sentido de la responsabilidad.
Ha cumplido su amenaza de convocatoria contra viento y marea, pero desde que inició ese camino se le han ido envenenando las cosas, como no podía ser de otra manera; porque aunque presidente de la Generalitat y haya perdido el norte, infinidad de catalanes apuestan sin fisuras por la legalidad. Eso no significa que no quieran la independencia. Pero muchos independentistas no están dispuestos a seguir a Mas hacia el abismo. En los días próximos harán campaña a favor de la consulta, aunque tendrá que detener la institucional que ha preparado la vicepresidenta Joana Ortega en cuanto el Constitucional admita a trámite el recurso que va a presentar el Gobierno. Pero nos esperan semanas de algarada.
La clave está en ver si Mas convoca o no elecciones plebiscitarias, como pretendía. Seguramente está haciendo números porque la mayor parte de Unió no las quiere y no formarían parte de la lista, hay un sector catalanista y no independentista en Convergencia que tampoco quiere ir en unas listas que aboguen con ERC, y hace tiempo que se producen negociaciones entre los entre los políticos no independentistas.
Rajoy no ha cedido ni un milímetro a las ansias independentistas de Mas ni tampoco a sus bravatas. Ha desquiciado a muchos que querían decisiones más drásticas. Pero sin gestos aparatosos ni grandes frases, Rajoy ha ido piano piano sacando de quicio a un Mas que se ha encontrado siempre frente a una pared.
Valentín Abelenda Carrillo
SALT (Girona)
