SANTIAGO.- Los residentes en esta ciudad y otras zonas de la provincia corren el riesgo de sufrir serias limitaciones en el servicio de agua potable, en caso de que persista la disminución de los caudales en los ríos que surten del líquido a los acueductos de aquí.
Así lo informó este sábado Silvio Durán, director general de la Corporación del Acueducto y Alcantarillado de Santiago (CORAASAN) entidad que opera los acueductos de Santiago, Licey, Tamboril, Puñal, Villa González y San José de las Matas.
La posibilidad de que los residentes en esos municipios sean afectados en los próximos meses por el desabastecimiento de agua potable surge por la sequía que afecta la zona y que se incrementó en el período cuaresmal.
Expresó Durán que, al iniciarse la cuaresma, los ríos de los cuales se alimentan los acueductos de esas comunidades disminuyeron sus caudales, originando un déficit mayor en la demanda de agua y la producción.
Puntualizó que, si no se registran lluvias considerables en los meses de abril y mayo, para junio empezaría a presentarse el déficit en la captación de agua, lo que se reflejaría negativamente en el verano.
“Esto significaría –agregó Durán– que Coraasan tendría que implementar fuertes programas de racionalización del servicio, por lo que hacemos un llamado a toda la población de los municipios señalados, a realizar un uso más racional del agua para mitigar los efectos de la seguía que ya ha comenzado a sentirse en casi todo el país”.
Las fuentes para la captación del agua natural de estos acueductos localizados en los municipios mencionados son los ríos Yaque del Norte y Bao, que alimentan los embalses Tavera-Bao y la toma de agua en el sector de Pastor, en esta ciudad.
Por igual, el canal de riego Ulises Francisco Espaillat, que surte de agua al municipio de Villa González y los ríos Ámina e Inoa para el de San José de las Matas. Los de Jacagua, Los Cocos y Palmar obtienen el agua por captación subterránea.