<span style="font-size: 12px;">Roma, 28 mar (PL) El presidente norteamericano, Barack Obama, partió hoy de esta capital hacia Riad, luego de una visita a Italia durante la cual se reunió con los principales dirigentes del país y con el papa Francisco.</span>
La estancia del mandatario en esta capital inició ayer con el encuentro con el primer Pontífice latinoamericano, una conversación de casi una hora en la que abordaron diversos temas generales como la lucha contra la pobreza, el aborto y la homosexualidad.
Aunque en las cuestiones como el aborto hubo divergencias, según la prensa local, ambas partes tuvieron puntos en común en asuntos como la oposición a la trata de personas, un flagelo que es necesario eliminar en el planeta, coincidieron los jefes de Estado.
Obama y Francisco también abordaron conflictos particulares de Estados Unidos, como la polémica reforma migratoria en ese país a donde llegan anualmente miles de indocumentados.
Paralelo a la cita, en calles cercanas al Vaticano un grupo de familiares de inmigrantes ilegales que viven en territorio norteamericano realizaron una protesta, con pancartas en las cuales expresaban su rechazo a las deportaciones.
La agenda del presidente estadounidense incluyó además una reunión con su homólogo italiano, Giorgio Napolito, a quien elogió al afirmar que ha dirigido el país europeo en momentos muy difíciles, en referencia a la crisis económica.
Obama también dialogó con el joven primer ministro Matteo Renzi, quien llegó al poder hace apenas un mes y promueve como centro de su Gobierno realizar un cambio radical que dinamice al país, con reformas políticas, económicas, sociales y legales.
Al respecto, el mandatario norteamericano dijo estar impresionado por la energía de Renzi, y afirmó su seguridad en que logrará sacar adelante a Italia.
Antes de venir a esta capitañ, Obama estuvo primero en La Haya para participar en la tercera Cumbre sobre Seguridad Nuclear y también en una reunión del G-7, el grupo de países más industrializados.
Luego viajó a Bruselas para una cumbre bilateral entre Washington y la Unión Europea (UE), en la cual tuvo como contraparte a los principales dirigentes del grupo de los 28.
La estancia en la capital belga suscitó, como en Italia, protestas en las cuales cientos de manifestantes denunciaron la hipocresía Obama y la UE, ambos ganadores del Premio Nobel de la Paz, pero responsables de guerras que desangran varios países.
Los activistas criticaron la política belicista norteamericana, y señalaron que ese gobierno y sus aliados europeos están implicados directa o indirectamente en guerras que azotan a diversas naciones y condenan a la miseria a millones de seres humanos.
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