Santo Domingo.- La vicepresidenta de la República, doctora Margarita Cedeño de
Fernández, despidió este martes a un niño de trece años de edad proveniente de
Santiago de los Caballeros, a quien brindó el apoyo que necesita para costear un
trasplante de corazón, debido a una insuficiencia cardíaca severa que padece.
El niño Rafael
de Jesús Minaya Silverio compartió unos minutos con la Vicemandataria antes de
partir junto a su madre Rosa Silverio, desde el aeropuerto Internacional José
Francisco Peña Gómez, en un vuelo que lo llevará a Barcelona, España, donde especialistas
del hospital Vall
d’Hebron lo someterán al delicado tratamiento que necesita para su
supervivencia.
“Gracias por darme una oportunidad de vivir y de ir a España para
hacerme el trasplante y que Dios la bendiga y siga siendo una mujer ejemplar, y
que la primera vez que la vi en persona, ese día yo tenía el presentimiento de
que ella nos iba a ayudar”, dijo el niño Minaya Silverio,
tras despedirse de la doctora Cedeño de Fernández.
La Vicemandataria ha manifestado que el Estado costeará
el procedimiento y posterior tratamiento para combatir la enfermedad que afecta
a Rafael desde los seis meses de edad.
<b>
Lucha por
la vida</b>
Rafael de Jesús es el hijo menor del matrimonio
compuesto por Rafael Minaya y Rosa Silverio, quienes tienen además una hija,
Rosanny, de 18 años. Residen en la comunidad Altos de Gurabo, en Santiago de
los Caballeros.
La madre de Rafael explica que éste nació el 11
de octubre del 2000 y que a los seis meses de nacido fue diagnosticado con una
miocardiopatía dilatada severa, que le provocaba dificultad para respirar,
taquicardias, fatiga, entre otros síntomas, lo que requirió que a los siete
años fuera intervenido quirúrgicamente para corregir una válvula del corazón
que se había deteriorado por la enfermedad.
Varios años después, la desesperación y angustia
volvió a tocar las puertas de esta familia, cuando Rafael volvió a decaer, esta
vez con un diagnóstico aún más delicado, insuficiencia mitral severa, cuyo
tratamiento requería un trasplante de corazón.
Su familia no tenía los recursos suficientes
para pagar el costoso tratamiento, por lo que decidieron acudir a la
Vicepresidenta de la República, quien se comprometió en ayudar al niño, quien
sueña con ser algún día un gran arquitecto.