<b>CARACAS.-El lamentable asesinato de la actriz de telenovela mónica Spear y de su marido Thomas Henry Barry ha obligado a los venezolanos, divididos por años, a verse las caras. Ya lo hicieron el presidente Nicolás Maduro y su opositor Henriquez Capriles, un mensaje necesario en medio de la convulsión que ha generado el doble asesinato.</b>
El crimen de Spear, de 29 años, Miss Venezuela 2004 y una conocida actriz de telenovelas, y de su marido, Thomas Henry Berry, de 39, a manos de delincuentes que además hirieron a su hija, de 5 años, dejó a Venezuela en estado de conmoción y llevó al gobernante Maduro a adelantar la reunión que tuvo lugar este miércoles.
Hoy, Maduro y Capriles se estrecharon las manos, fue breve el gesto mutuo, pero necesario en medio de la crispación y pánico, pues mucha gente de la clase media venezolana ha comenzado a verse en el espero de la actriz, su espósa e hija de cinco años que resultó herida en la acción criminal aunque no sabe todavía de la muerte de sus padres.
La cuestión de fondo estos no son los dos primeros crímenes, sino el detonante de una cadena de actos delictivos que parecen no tener control. La inseguridad ciudadana es debatida hace años en este país y por lo tanto ha sido un tema político tambien por años, pero las victimas no tenían la sonoridad de Spear.
El presidente venezolano compartió con los asistentes su preocupación por la situación de la inseguridad llamándoles a trabajar de manera integral y coordenada en dar respuesta a un flagelo que, según el Gobierno, se cobró la vida de más de 11.000 personas el año pasado.
La cifra es inferior a los 16.000 del año precedente, pero la organización no gubernamental Observatorio Venezolano de Violencia asegura que los asesinatos fueron más de 23.000.
Maduro agradeció la presencia en la reunión de los 23 gobernadores y 79 alcaldes de ciudades que, en total, dijo Maduro, lidian con el 80 % de los delitos del país.
"He propuesto, y yo se lo propongo a ustedes, para que me ayuden a hacerlo (…), un Plan de Pacificación general en el año 2014 en todo el territorio de la patria", indicó el mandatario ante los asistentes a la reunión.
"Esto es un proceso de pacificación y desarme, nadie se puede quedar con armas, las armas las tiene la República (…) tenemos que ir a un proceso de pacificación y desarme global", dijo Maduro.
El Gobierno venezolano aprobó en los últimos meses varias medidas, incluida la denominada Ley Desarme, para tratar de sacar de las calles las alrededor de 10 millones de armas que extraoficialmente circulan ilegalmente por el país.
Maduro además anunció que trabaja en una Ley de Pacificación, para la que les pidió opinión a los asistentes, y que busca "combinar fortalecer la seguridad del Estado" y un Estado actuando en la "construcción de la paz".
Recordó que en 2014 y hasta finales de 2015 no habrá elecciones y llamó a todos a volcarse en el trabajo.