<b>Hace algunos días, la comunidad de
Yaguate, un pequeño poblado, con categoría de Municipio, y perteneciente a la
sureña Provincia de San Cristóbal, explotó, y cuando digo ´´explotó´, lo digo
en el sentidito figurado, o sea, se le acabó la paciencia.</b>
Esta comunidad, integrada por hombres
y mujeres trabajadores, de estudiantes progresistas y mujeres bellas, tiene
bastante tiempo reclamando el arreglo de sus calles.
Sin embargo, y luego de muchas
exigencias, las autoridades de Obras Publicas se decidieron a reparar y
asfaltar la mayoría de sus calles, que en un poblado pequeño, ustedes se podrán
imaginar que no son tantas, y la inversión no debe ser tan cuantiosa.
Pero sucede quepor la negligencia de las autoridades
municipales, una de sus principales vías, quedó sin reparar.
Y ahí es donde se descifra el
significado del título del presente artículo, puesto que me pregunto el porqué
de la infuncionalidad de nuestra democracia, a tal punto que la población de
Yaguate, tuvo que tomar los reclamos en sus manos. Situación que nunca debió
ocurrir.
Ese día, cientos de moradores de
Yaguate, se vieron obligados a actuar, ante la indiferencia de las autoridades
municipales, que por no atender ´´sus cartones´´, provocaron la ira de la
gente, a tal punto, que penetraron al edificio del Palacio Municipal.
Pero, porqué sostengo que nuestra
democracia es Infuncional, y pongo de ejemplo a la laboriosa comunidad sureña
de Yaguate?
Lo hago, porque se supone que la
democracia que nos gastamos es representativa, y no un simple acto de votación
cada cuatro años.
Lo hago, porque se supone que
nuestros regidores, diputados, síndicos o alcaldes, -como actualmente se les
denomina-, así como nuestros senadores, hasta llegar al presidente de la
República, son nuestros representantes.
Y lo elegimos para que nos
representen. Para que defiendan nuestros intereses. Para que expresen nuestros
reclamos, y lleguen hasta donde sea necesario, en la defensa de los intereses
colectivos.
No es posible que a diario tengamos
que ser testigos de protestas por la construcción o terminación de un puente,
de una carretera, de un camino vecinal, de una escuela, de un hospital, de un
acueducto, entre otras obras pequeñas o grandes de nuestras comunidades.
Entonces, me pregunto. Para que nos
gastamos miles de millones de pesos en el pago a esos funcionarios electos, o
sería mejor cerrar los ayuntamientos y el Congreso?
Las y los dominicanos tenemos que
aprender a reclamar a nuestros representantes. Y tenemos que hacerlo, exigiendo
de manera directa a esos representantes el cumplimiento de sus deberes y
responsabilidades para con la comunidad que lo eligió, sin importar el color
del partido, ya que luego de electo, el funcionario debe trabajar para toda la
comunidad, sin distinción de banderías políticas.
Si cada representante, -entiéndase
regidor, sindico, diputado o senador-, se ocupara de trabajar por la comunidad
que lo eligió, en el país sucedieran muy pocas protestas, y de hacerse, se
harían de forma pacífica y encabezadas por el funcionario, luego de agotar los
procesos correspondientes.
Si cada representante estuviera a la
altura de su puesto, el país avanzaría con mucha más rapidez, en la solución de
los retos que tenemos como nación.
Si cada representante se pusiera a la
altura de sus responsabilidades, el cumplimiento de las leyes y de las metas
que tenemos como país, se pondrían cada díamás cerca.
Es hora de avanzar. Es hora de
reclamar, de exigir a nuestros representantes, el cumplimiento para con sus
representados.
Ya es hora de hacer de nuestra
democracia, ´´UNA DEMOCRACIA FUNCIONAL, PARA EL ENGRANDECIMIENTO DE LA
REPUBLICA DOMINICANA´´.
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