<b>Se conmemora hoy el 107 aniversario del
natalicio del autor de “El Cristo de la Libertad”, Joaquín Balaguer Ricardo y
en mor de entrevista imaginaria reproduzco algunos de los subrayados que he
hecho sobre ese apasionante ensayo en las veces en que lo he leído, que datan
desde los días en que no se me contaba una sola cana.</b>
P.-Doctor Balaguer ¿Qué opina del Duarte
militar?
R.-“No era precisamente el fundador de la
“La Trinitaria” un militar de escuela. Su educación, por el contrario, era más
bien la de un patricio de fisonomía eminentemente civil, formado al calor de
las humanidades. Pero el nuevo jefe expedicionario, designado por la Junta
Central Gubernativa para compartir con Santana la dirección de la campaña, no
era del todo extraño a la carrera de las armas, y poseía sobre algunas ciencias
estrechamente unidas a la milicia nociones no vulgares”.
P.-Venezuela actuó con indiferencia ante la
declaratoria de independencia de José Núñez de Cáceres, pocos saben que tampoco
correspondió a las solicitudes de ayuda formuladas Duarte ¿por qué el presidente Carlos
Soublette entretuvo con promesas falsas al padre de la patria dominicana?
R.-“Los subterfugios con que una y otra vez
lo despiden cortésmente llevan a su ánimo el convencimiento de la inutilidad de
sus visitas al palacio presidencial y abandona desalentado sus gestiones. Tal
vez Soublette, piensa el proscrito dominicano, ha oído a última hora los
consejos de algunos de sus íntimos que les recuerdan a Petión y aluden con
propósitos encubiertos a la acogida que halló Bolívar en Haití cuando el héroe
arribó a la isla en una misión parecida a la que ahora llevaba a Duarte a
Caracas”.
P.- Ud. Resalta como nadie el rol de sus
progenitores, ¿fueron esenciales para engendrar y formar a un Duarte?
R.-“Juan José Duarte soporta durante
veintidós años los horrores de la ocupación haitiana. Durante ese tiempo se
retrae de todo contacto con los invasores y trata de levantar sus familia al
margen de la atmósfera con que Borgellá y sus continuadores se empeñan en
corromper la sociedad dominicana. Cuando aquel de sus hijos en que ve mejor
reproducida las grandes virtudes de su raza, llega a la adolescencia, se
preocupa por sustraerlo el ambiente nativo, y lo envía a Estados Unidos y
Europa donde espera que las fibras de su carácter se endurezcan en el estudio y
adquieran la templanza requerida por la situación de su país…El espíritu de
sacrificio con que la madre asiste, en actitud silenciosa, primero a sus
trabajos revolucionarios y después a su larguísima expiación, es una de las
cosas que más poderosamente contribuyeron a sostener el carácter de Duarte, que
jamás se doblegó ni bajo el peso del infortunio ni bajo el rigor de las
persecuciones. Los padres fueron, sin duda, dignos del hijo, y éste fue, digno
de la estirpe moral de sus progenitores”
P.- ¿Por qué rechaza la proclamación para
la presidencia de la República de la que fue objeto en Santiago y después en
Puerto Plata?
R.- “Con palabras corteses, pero enérgicas,
el Padre de la Patria rechazó la presidencia que acababa de serle ofrecida: “Yo
no aceptaría ese honor sino en el caso de que se celebrasen elecciones libres…”
Los notables de Santiago salieron salieron de aquella entrevista confundidos
por la probidad sin nombres de aquel patriota…Duarte era indudablemente un
santo, y la política no estaba hecha para hombres tan puros”.