Cali (Colombia), 22 jul (EFE).- Salsa y circo, una fusión inédita que ha dado como resultado el mayor espectáculo musical de este género. Se trata de Delirio, que, con 300 artistas y 150 productores y expertos en logística, ha comenzado a conquistar el mundo desde la ciudad colombiana de Cali.
Este éxito indiscutible de la industria cultural colombiana nació en 2006 de la mano de Andrea Buenaventura, una administradora de empresas, especialista en imagen y mercadeo y experta en turismo, pero sobre todo acreedora de "un profundo sentimiento y arraigo de ser caleña", según confesó en una entrevista con Colombia.inn.Su visión le permitió construir un espectáculo de fusión sin igual en un entorno muy particular: una gran carpa con aforo para más de mil espectadores a la que se accede a través de una alfombra roja muy tropical y salpicada de guiños hollywoodenses.
Cuando el visitante llega a Delirio su primera sorpresa es toparse con Héctor Lavoe, mejor dicho, con un actor que caracteriza a la gran voz de la salsa; luego pasa a la cata de licores para recorrer llamativos puestos donde puede comprar recuerdos y tomarse fotografías en un espacio lleno de fantasía, luces y color.
Eso ocurre mientras los 150 artistas que en promedio suben al escenario, entre bailarines, acróbatas, equilibristas, contorsionistas y músicos, se maquillan y visten con brillantes trajes entre bambalinas.
Todo funciona a la perfección, no hay detalle fuera de control. El resultado es un espectáculo sublime de más de cuatro horas que termina entrada la madrugada, en el que las estrellas son los campeones mundiales de la salsa.
"Cali tiene una relación íntima con el baile de la salsa, estamos hablando de cerca de 40 años atrás, una ciudad pluriétnica y multicultural que recibe todas esas influencias de Nueva York, Cuba y Puerto Rico", aseguró Buenaventura.
En definitiva una ciudad con "una enorme base de artistas", agregó, antes de presentar el elenco a Colombia.inn: bailarines, músicos y personajes cirquenses de todas las edades, de todos los estratos sociales, de tez morena y blanca en la misma proporción, una mezcla que tiene como denominador común la pasión por la salsa.
Esa realidad le permitió a la directora de Delirio crear un ambicioso proyecto que hoy es el emblema de este género musical en el mundo.
Tras una gira por Colombia, al poco de su nacimiento, la compañía viajó a Ecuador, después a Panamá, España, Francia, Inglaterra, Holanda, China, El Salvador, y más recientemente a Rusia, Kazajistán, Mongolia y Azerbaiyán.
"Ya llevamos siete años de largos viajes y de muchas satisfacciones", apuntó Buenaventura, al ahondar en que "Delirio tiene como característica principal la innovación" por muchas razones, entre otras, porque mantiene "el deseo permanente de sorprender al público".
Pero también por su modelo de negoci "uno de los puntos de la financiación es la venta de boletería", afirmó, al advertir de que todas las entradas se agotan siempre: "eso puede ser un récord nacional muy grande", aseveró.
"La otra fuente de financiación es la venta de bebidas; otras son las giras nacionales e internacionales, los 'delirios' para empresas privadas y una muy importante es la participación de las marcas, del sector privado, que consideran de manera muy acertada que aliarse a Delirio, que refleja la caleñidad, es un éxito para sus ventas", argumentó.
Esa innovación también se refleja en el proyecto en sí, más allá del espectáculo ya que la compañía trabaja con cuatro escuelas de salsa que les proporcionan los bailarines, a quienes este emporio cultural al tiempo los prepara, los forma y les da la oportunidad de triunfar en escenarios de todo el mundo.
Y es que buena parte de los artistas de Delirio provienen de barrios deprimidos de Cali, de comunas donde las oportunidades laborales escasean y donde los niños y los jóvenes adoptan el baile como forma de vida.
Delirio tiene un promedio de 28 representaciones anuales, entre ellas la obligada del último viernes de cada mes en su carpa caleña, a las que se suman las giras y los espectáculos privados.
"Nuestra obsesión, nuestra razón de ser, es la constante innovación y para eso tenemos un sistema muy interesante de creación colectiva, con 18 coreógrafos, cuatro directores de escuela, uno de circo y un director de orquesta", relató Buenaventura para concluir que Delirio "es un proyecto de innovación permanente". COLOMBIA.INN