Egipto vive un ambiente de tensión. Los militares han sacado del poder a Mursi, quien resiste y dice que fue elegido por el pueblo y no debe ser derrocado. La oposición recibe con júbilo a los militares que han tomado las calles, pero los leales al derrocado presidente se concentran para apoyarlo y resistir la asonada.
Se reportan enfrentamientos en poblaciones próximas al Cairo entre partidarios y opositores a Mursi, El derrocamiento del mandatario fue anunciado fue anunciado por un portavoz militar, quien dijo que Mursi ya no gobernaba al país.
El partido egipcio Nour, aliado de Mursi, quien pertenece a la Hermandad Musulmana, ha informado su participación en la redacción de la hoja de ruta anunciada por los militares.
Versiones de prensa informan que Mohamed Mursi ha pedido a los altos mandos militares y a los soldados que cumplan con la Constitución y la ley y no respondan al «golpe» (de Estado).
También ha sugerido a los militares que eviten implicarse en el derramamiento de sangre. Los Hermanos Musulmanes ha denunciado que el derrocamiento supone un «golpe de Estado militar que devolverá el despotismo» al país.
El hermano del líder de la organización terrorista Al Qaeda, Ayman al Zawahiri, ha prometido lanzar una campaña de resistencia armada en caso de que el presidente egipcio, Mohamed Mursi, sea forzado a renunciar del cargo, tal y como ha sucedido. «Solicitamos a todo el mundo que no tema ni dude. Garantizamos a Hermanos Musulmanes que no perderemos bajo ninguna circunstancia», ha dicho Mohamed al Zawahiri, que encabeza el Movimiento Yihadista Salafista egipcio.