El mundo supone que el líder sudafricano ha muerto, pero de lo que si está seguro es que libra su ultima batalla contra la invencible muerte. Al hospital donde está recluido en Prestoria han comenzado a aglomerarse admiradores de su consagrada lucha por la libertad.
Mandela permaneció 26 años presos luchando contra la discriminación racial y cuando salió de la cárcel fue elegido presidente de Sudáfrica, la que gobernó sin odios ni rencores contra los blancos que los persiguieron.
Reportes procedentes de Sudáfrica indican que ciudadanos anónimos de todas las clases y condición, entre los que destacan un gran número de niños, dejan flores y expresan su reconocimiento al expresidente surafricano en coloridas tarjetas y cartulinas, informa la televisión pública de Sudáfrica SABC.
La agncia EFE reseña que la verja exterior del hospital se ha convertido en un vistoso mural con imágenes pegadas de Mandela y lemas como "Tú siempre serás nuestro héroe" o "Por favor recupérate" en homenaje al padre de la democracia multirracial sudafricana.
Un grupo de miembros de las juventudes del Congreso Nacional Africano (CNA) -de las que Mandela fue uno de los fundadores- entonó a la entrada del hospital viejos cánticos de la lucha contra la dominación blanca que lideró el antiguo estadista.
Las concentraciones religiosas por Madiba -como se conoce popularmente a Mandela en Suráfrica- han sido una constante desde su ingreso el pasado 8 de junio, por una recaída de una infección pulmonar.
Miembros del grupo cristiano Ejército de Salvación han rezado hoy por la recuperación de Madiba y entonado cánticos religiosos ante la nube de periodistas que monta guardia delante del hospital.
Desde que la Presidencia sudafricana anunciara que Mandela había entrado en estado crítico el pasado domingo, la esperanza en su restablecimiento se ha desvanecido por completo en Suráfrica, que a pesar de todo sigue rezando y rindiendo homenaje a su icono mundial de la reconciliación.