El presidente Danilo Medina manifestó en su discurso que el contrato con la Barrick Gold debe ser revisado porque si el precio del oro hoy es varias veces más alto, significa que se debe cambiar la forma de repartir los beneficios.
Reveló que designó hace varios meses una comisión para reenegociar el contrato, pero que la empresa se niega a llegar a acuerdo alguno. Dijo que el contrato con Barrick Pueblo Viejo no encaja dentro de los principios éticos y morales de su administración. Lo dijo ante los congresistas que aprobaron el contrato y que lo aplaudieron cuando cuestionó los cuestiono.
Medina afirmó que
para el Estado y el pueblo dominicanos resulta inaceptable mantener un contrato
como el que opera la Barrick Gold, que se queda con el 97 por ciento de los
beneficios obtenidos con la explotación y venta del oro que extrae de suelo
dominicano, en tanto que a República Dominicana, que es la dueña de esos
yacimientos, apenas le corresponde el 3
por ciento, que para el jefe del Estado son “migajas”.
En su discurso de rendición de cuentas ante
la Asamblea Nacional, el jefe del Estado reveló que tras su asunción al poder
el 16 de agosto de 2012, designó una Comisión Oficial de Alto Nivel bajo la
coordinación del ministro de la Presidencia, Gustavo Montalvo, con el mandato
de iniciar conversaciones con los ejecutivos de la minera para acordar
modificaciones al esquema fiscal establecido en el contrato, “dado el cambio
dramático que ha tenido lugar en el precio del oro en el mercado de Londres”,
con un precio promedio de mil 700 dólares la onza de oro y 28 dólares la de
plata.
Medina advirtió: “Quiero que me escuchen
bien: El oro que subyace en el suelo de la patria de Duarte, Sánchez, Mella y
Luperón, es del pueblo dominicano, de nadie más”.
Y agregó que ese oro “sólo podrá ser
extraído, procesado y exportado, si las condiciones de distribución de los
ingresos generados por la explotación de este recurso no renovable, son justas
y favorables para las dominicanas y los dominicanos. Y en los actuales momentos
no lo son”.
Medina, quien en varias ocasiones se vio
precisado a retomar el discurso de rendición de cuentas interrumpido por los
aplausos de los asistentes al acto, manifestó que el Gobierno favorecerá el
mantenimiento del mejor clima para la inversión nacional y extranjera.
Llamó al pueblo dominicano a que tenga fe,
confianza, esperanza y optimismo, “porque estamos cada vez más cerca de
nuestros sueños” y en los primeros seis meses del gobierno “hemos trabajado
como prometimos, con el oído en corazón del pueblo, con el mejor espíritu de
servicio y siempre desde el amor a nuestra patria”.
Resaltó
que con los precios actuales del oro en
los mercados internacionales, la Barrick obtendría ingresos netos de costos
operativos por 2 mil 600 millones de dólares en los dos primeros años de
producción, asumiendo exportaciones de un millón de onzas de oro y poco más de
dos millones de onzas de plata, “es decir, la empresa estaría recuperando el
monto total invertido en poco más de dos años”.
“Decenas de reuniones han tenido lugar en los
últimos seis meses, sin que a la fecha se haya logrado convencer a la empresa
sobre la necesidad y la urgencia de hacer las correcciones necesarias al
esquema actual de distribución de los ingresos, entre la empresa y el Estado
dominicano, derivada de la explotación del oro. A lo sumo, lo único que la
empresa ha ofrecido es la posibilidad de adelantar el pago de impuestos
futuros, lo que implicaría que el Gobierno actual estaría apropiándose de
recursos que le corresponderían a las próximas administraciones”, afirmó el
mandatario.
Advirtió a la Barick Pueblo Viejo que la
paciencia tiene un límite y exclamó: “Que no le quepa duda a nadie. Para quien
les habla, una operación como la planteada por los ejecutivos de Barrick Pueblo
Viejo no encaja dentro de los principios éticos y morales sobre los que se
fundamenta nuestra administración”.
Reveló que el 25 de marzo de 2002, fecha en
que se aprobó el contrato para la explotación del oro entre el Estado
Dominicano y la empresa Placer Dome, el precio del oro en el mercado de Londres
cerró en 298 dólares la onza, contrato que fue adquirido por la Barrick Gold el
19 de enero de 2006, con el precio del oro cerrando a 555 dólares la onza.
Agregó que el 27 de septiembre de 2007, Barrick
Gold solicitó, a través de carta dirigida al Ministerio de Industria y
Comercio, la flexibilización de los aspectos fiscales del contrato que el
Gobierno había acordado con Placer Dome. Ese día el oro cerraba a 732 dólares
la onza.
“A pesar de que el Gobierno dominicano podía
aferrarse a lo establecido en el contrato original con Placer Dome, demostrando
una actitud de apertura y flexibilidad, aceptó sentarse en la mesa de
negociación con la empresa Barrick Gold para revisar los aspectos fiscales del
contrato que esta había adquirido, y el 11 de noviembre de 2009 la Cámara de Diputados aprobó la enmienda del
contrato, en el cual se establecieron modificaciones al régimen fiscal del
contrato”, añadió.
Medina citó al presidente estadounidensse
Barack Obama, que en su discurso de toma de posesión el 21 de enero pasado
sentenció que “cuando los tiempos cambian, nosotros también debemos cambiar”.
“Y nadie, absolutamente nadie, puede negar
que luego de la crisis financiera de 2008, los tiempos de hoy son muy
diferentes a los de principios de la década….el hecho de que el precio del oro
sea actualmente casi seis veces más alto que el de marzo del 2002 es un reflejo
de la magnitud del cambio”, subrayó.
El presidente Medina proclamó que “nunca
antes, en la historia de la humanidad, se ha verificado un caso en el cual una
empresa minera haya podido recuperar su inversión en tan poco tiempo, mientras
el Estado del país receptor de la inversión estaría recibiendo migajas durante
esos primeros años”.
Reveló que de los mil 753 millones de dólares
de ingresos anuales de exportación, el Gobierno dominicano apenas recibiría 56
millones de dólares, lo que para el presidente de la República “en otras
palabras, durante los primeros años, de cada 100 dólares de ingresos de la
exportación de oro y otros metales, la Barrick recibiría 97 dólares y el pueblo
dominicano tres”. Para el presidente de la República “¡Eso es sencillamente
INACEPTABLE!”.
El presidente de la República dijo estar
consciente de que ni el Gobierno ni Barrick Pueblo Viejo tienen la culpa de
este resultado, pues ninguno de los dos previeron, y quizás no podían prever,
lo que iba a suceder con el precio del oro luego de la crisis financiera global
que estalló en septiembre del 2008.
“Pero la realidad es que la situación cambió.
Que las circunstancias ahora son muy diferentes. Y si por mutuo acuerdo no
modificamos los términos fiscales del contrato durante los primeros años, la
Barrick se quedaría prácticamente con todo y el pueblo dominicano con nada”,
pero advirtió que “ Yo, Danilo Medina, les aseguro que eso no sucederá”.
Hizo lo que definió como “un último llamado”
a los ejecutivos de la Barrick Pueblo Viejo para que accedan a revisar los
aspectos fiscales del contrato, “pues el esquema actual de distribución de
ingresos, luego del alza en los precios del oro en el mercado mundial, es
inaceptable”.
Medina dijo que hasta ahora ha sido paciente,
“pero la paciencia tiene un límite. Y más para un gobierno que está a diario en
la calle y ve dibujadas en el rostro de nuestra gente las urgencias de una
mayor inversión de recursos, que le permitan mejorar sus condiciones de vida”.
Advirtió que si los ejecutivos de la minera
mantienen la posición intransigente que han exhibido hasta ahora, el gobierno
no se puede quedar de brazos cruzados.
“Pasado un plazo prudente, someteremos al
Congreso Nacional un proyecto de ley que establecerá un Impuesto sobre los
Ingresos Inesperados de las empresas exportadoras de minerales, el cual
gravará, con una tasa justa, el excedente entre el valor de las exportaciones
de minerales a los precios en el momento en que se realicen las mismas y el
precio de referencia para cada uno de los minerales. Ese precio se fijará en
función de los precios vigentes en los tiempos en que los contratos originales
fueron adquiridos u otorgados a las actuales empresas dedicadas a la
explotación de minerales”, explicó.
Subrayó que el impuesto sobre los ingresos
inesperados liquidado operaría como un crédito para el pago del impuesto de
participación sobre las utilidades netas (PUN) de 28.75% y los ingresos que se
obtengan de este impuesto serán destinados a la inversión social y al combate
de la pobreza.
“Estoy seguro que esta iniciativa recibirá el
apoyo mayoritario y expedito de los legisladores de todos nuestros partidos
políticos presentes en esta Asamblea Nacional”, afirmó Medina en medio de un
aplauso atronador de los asambleístas de todos los partidos representados en el
Congreso Nacional, que en señal simbólica levantaban las manos en señal de
aprobación del proyecto anunciado por el jefe del Estado.
Medina dijo que sabe que algunas empresas
argumentarán que sus contratos contienen cláusulas de estabilidad fiscal
durante la vigencia de los mismos que impiden la creación de nuevos impuestos
que las afecten, pero les adelantó que “mi respuesta a esa argumentación es la
siguiente. Primero, la introducción del nuevo impuesto no reducirá el valor del
contrato original adquirido u otorgado a la empresa. Lo que el nuevo impuesto
haría sería distribuir el aumento en el valor del contrato, generado por el
alza inesperada de los precios, asignándole un porcentaje justo del incremento
al pueblo dominicano y el resto a la empresa”.
Afirmó que, al igual que sucede en los países
desarrollados que rechazan las solicitudes de cláusulas de estabilidad fiscal,
en nuestro caso las decisiones que hayan tomado los Poderes Legislativos en el
2002 y el 2009, no pueden atar de manos al actual ni a los futuros Congresos
que elija el pueblo dominicano, pues esto violaría los derechos de soberanía.
Señaló que no es por casualidad que Estados
Unidos, Canadá e Inglaterra no permiten la inclusión de este tipo de cláusulas
en los contratos de explotación petrolera y minera y afirmó que el contrato
inicial con Placer Dome contenía cláusulas de estabilidad fiscal similares y el
Gobierno, a solicitud de la Barrick Gold, accedió a sentarse en la mesa de
negociaciones para modificarlo a favor de la empresa.
“Ahora, que los elevados precios favorecerían
de manera exagerada y exclusiva a la empresa en los primeros años, corresponde
a la empresa aceptar la invitación del Gobierno para que, por mutuo acuerdo,
modifiquemos la distribución de los ingresos que generará la explotación del
oro de Pueblo Viejo”.
Apuntó que lo que el Gobierno dominicano está
requiriendo, no es algo muy diferente a los cambios fiscales ejecutados en: Argelia en 2006, en Argentina en 2002, 2004 y 2006, en
Australia en 2008, en Bolivia en 2005, 2006 y 2007, en Canadá en 2007, en China
en 2006, en Ecuador en 2006, 2007 y 2008, en India en 2008, en Inglaterra en 2002 y 2005, en Italia en
2008, en Kazajistán en 2008, en Mongolia en 2006, en Nigeria en 2008, en Papúa
Nueva Guinea en 2008, en Rusia en 2002 y 2003, en Estados Unidos en 2005, 2006
y 2007, en Venezuela del 2002 al 2008, en Vietnam en 2008, y en Zambia en el 2008.