<b>El opositor Partido Revolucionario Dominicano
(PRD) está compelido a resolver su crisis en el ámbito político y no en el
jurídico, una solución que por no ser “catastrófica” también ayudaría a la
gobernabilidad del presidente Danilo Medina, opinó el sociólogo Wilfredo
Lozano. </b>
En ese sentido
reconoció el paso dado por Hipólito Mejía que solicitó la mediación de la
iglesia Católica con el sector que encabeza Miguel Vargas, aunque dijo que con
ello admite una carencia que refuerza la percepción de división.
Cree que esta lucha entre Mejía y
Vargas por el control del mayor partido opositor supera la de José Francisco
Peña Gómez y Jacobo Majluta en 1986 debido a que ésta tiene lugar en medio de
un deterioro institucional que pone los intereses de las facciones sobre lo
programático y lo orgánico.
Lozano, entrevistado por Manuel
Jiménez y Ángel Barriuso en Propuesta de la Noche por Digital 15, recordó que contrario a
Peña Gómez que en aquel entonces usó la política de facciones para equilibrar
intereses dentro del partido y hasta logró triunfos electorales, ni Hipólito ni
Vargas cuentan con esa legitimidad.
Enjuició que ahora en el PRD no hay un
liderazgo reconocido como legítimo por las masas y que esa carencia de árbitro
determina que las facciones distancien el partido de la sociedad, provoquen
“una ruptura con su base de masa”.
Dijo que ese fenómeno también permite entender
el porqué la facción de Hipólito Mejía aún siendo la de mayor peso de masa al
interior del PRD no ha logrado la presión suficiente como para forzar a la de
Vargas a una negociación.
Pero también estimó errado y una reducción
simple del problema el pensar que toda salida deberá pasar por el
reconocimiento de Vargas como presidente institucional del partido de acuerdo
con la decisión del Tribunal Superior Electoral.
Asimismo consideró como un error de Hipólito el
haber precipitado la convocatoria del Comité Ejecutivo Nacional perredeísta al
perder las elecciones cuando debió analizar las causas sin sacar de juego a
Vargas que recurrió al plano jurídico.
Lozano llamó la atención que desde el punto de
vista sociológico en el análisis de esta crisis debe incluirse la aparición de
un nuevo factor que en el actual proceso de recomposición del sistema político
condiciona y casi dirige el accionar de las facciones.
“Todo el mundo sabe que
hay un ascendiente de Miguel frente al oficialismo, no del gobierno sino del
PLD, y más que del PLD, del propio ex presidente (Leonel) Fernández, que tiene
que ver con la recomposición política del estado”, agregó.
Recordó que en la composición de las altas
cortes Fernández contó con el concurso de Vargas y que así abrió un campo de
presiones institucionales que condicionaron desde el punto de vista legal el
destino de esa lucha incluso hacia que una minoría retenga por lo menos el
nombre del PRD.
Por otra parte, Lozano considera que algunos
sectores han sido demasiado exigentes con el presidente Medina que heredó una
administración pública quebrada, para cuya corrección dijo que da pasos que
calificó de prudentes.
Empero consideró que para Medina será difícil
superar el clientelismo y el uso patrimonialista de los fondos públicos
heredado de la gestión anterior y dar un toque más transparente e institucional
al ejercicio público.
“Naturalmente, hay problemas incluso en su
propio partido, en el que existe una diferencia de concepción, un estilo de
manejo patrimonialista de recursos de la anterior administración, un poder
político acumulado en sectores del partido que no lo van a ceder tan fácilmente”,
indicó Lozano.
“Hay un punto político, que si a alguien
conviene que haya una solución política en el PRD, que no sea catastrófica, es
a Danilo, pues ayudaría a la gobernabilidad de su gobierno”, dijo Lozano.