Lo de desear sería que lo bueno este revestido
de lo moral, y lo legal de justicia y más
que revestido, que el material con que
se haga se una fundición de ambos.
¿Cuándo algo
bueno no es moral? Esa pregunta te la
respondo con un ejemplo. Un gobierno X, un síndico X, que sabe que entre sus
deberes está reparar carreteras y calles, porque para eso se le ha elegido; sin
embargo, no la repara durante tres años
y nueve meses pudiendo hacerlo y espera esos últimos tres meses de ese
cuatrienio para hacerlo, sólo porque al final del año habrá elecciones y él
quiere que la gente sienta que está trabajando.
Esa carretera,
esa calle, esas construcciones, son buenas y benefician al pueblo, pero no son
moralmente buena; ¿Por qué no lo son?, porque la intención, que vale mucho en
esta parte, no era realmente beneficiar al pueblo como era su deber; sino beneficiarse él con la presunción al
final de la jornada de que ha trabajado y obtener en consecuencia los votos que
se deriven de esa presunción.
Creo que el
ejemplo ilustra bastante sobre algo bueno (reparar las calles, construir las
carreteras), que es moralmente malo ¿Por
qué no lo hizo desde un principio?
La segunda parte
del título habla de lo legal y lo justo, No todo lo legal es justo y desde que existe la ley del Talión de ojo por ojo,
se ha incurrido en eso. “Si alguien saca
un ojo, sacadle uno a él”, parece justo, pero no lo es, y… que tal, si el que
lo sacó,sólo tenía un ojo.
Al aplicarse la
ley el resultado sería que mientras que
aquel quedaría tuerto, éste quedaría como fiarían por aquí, ciego a terror.
Así que hay que hilar fino para que lo legal
sea también justo; pero, ¿A qué viene
todo esto? Viene porque en los últimos días se ha armado y lanzado una campaña
para favorecer a una extraordinaria mujer para la Defensoría del Pueblo, me
refiero a Altagracia Paulino.
A esta Dama la he defendido a trocha y mocha si no me
creen, basta con buscar mis escritos pasados sobre PROCONSUMIDOR o en otras entregas en donde hablo de la Defensoría del Pueblo.
Ella, Doña Altagracia, tiene capacidad y
actitud para serlo, pero no es moralmente sano, no es
moralmente bueno que en esta coyuntura aspire a ese puesto.
¿Por que digo lo anterior? Lo digo por el
mensaje que se leería con su propuesta y designación.
Altagracia, a quien he seguido desde que fundo el
programo Con El Consumidor, se le vincula directamente al Partido de la Liberación
Dominicana, ya sea por ella misma o por su esposo Daniel Toribio, quien ha sido
y es un figura de primer orden en los gobiernos que ha desarrollado el PLD.
Por sí, ella ha sido funcionaria del gobierno
de primer orden también pues ha estado
frente a PROCONSUMIDOR durante todo el gobierno de Leonel Fernández y la gente
la percibe como lo que creo que es y a orgullo ella debe sentirlo una gran peledeísta.
Altagracia, no
fue evaluada junto a los demás aspirantes, por lo que traerla ahora manda un
mensaje equivocado de que aquello es una
farsa y que lo que vayan, sólo irían a llenar requisitos; ya que al tener los peledeístas
mayoría absoluta en el Congreso; mas que una elección, con ella se produciría una imposición que dejaría disgustado a muchos sectores de
la sociedad, que también tienen su candidato;
gente buena y preparada como Iraima
Capriles, Ramón Martínez Portorreal, o el “archiaclamado” Antonio Cruz Jiminián, este último con
apariencia de ser favorecido por la gran mayoría de la sociedad dominicana y en
todos los estamentos sociales. Mismos que sí fueron evaluados y
preseleccionados.
De traer a Doña Altagracia, se mandaría el mensaje equivocado de que la propia
institución que preseleccionó no se auto respeta; pues habiendo preseleccionado le da tres pito
ignorar lo hecho porque se tiene interés particular, lo que sé que la gran mayoría
de legisladores no aprobaría.
Y… finalmente,
el funesto mensaje de que los peledeístas
lo quieren todo, que quieren convertir esto en una entelequia más al servicio
del gobierno, y conociendo al Presidente Danilo Medina, esa intención no pasa
ni pasará por su cabeza jamás; igual que esa no es la intención de un partido como el
fundado por Bosch cuyo lema es “Servir Al Partido Para Servir al Pueblo”. No servirse del pueblo como bien aclaraba una
y otra vez el más honesto de los dominicanos de vida publica de los últimos cien años.
No creo que amén del señalamiento político, haya algún
impedimento legal que impida que Altagracia Paulino aspire a Defensor del
Pueblo y más que eso, sea designada como tal.
Lo que si hay, es un impedimento moral, el que ya he explicado; ya que
la mujer del cesar no sólo ha de ser casta y pura, también debe aparentarlo, No
basta con que sea legal también ha de ser moral.