<b>San Francisco de Macorís.- Monseñor
Jesús María de Jesús Moya, obispo emérito de
la diócesis de esta
ciudad, deploró la predominante
violencia en la sociedad, marcada por las guerras, el hambre y las grandes
diferencias que existen entre unas zonas y otras en el mundo.</b>
Sostiene que hay
zonas dominadas por el dinero, en gran parte
derrochado y otras en las que
prácticamente no tiene ni para comer.
“Nosotros estamos
encantados o ilusionados con los que simplifican y con los grandes resultados
rápidos y positivos que dan las tecnologías, pero no advertimos el poder
destructivo de sus trampas”, precisó.
Puso como ejemplo a
cientos de miles de niñas, niños y adolescentes adictos a la pornografía por
internet y en el mundo de la guerra a un misil destructivo que se le responde
destruyéndolo en el aire con otro misil más poderoso y más destructivo.
Las consideraciones
de Monseñor Jesús María de Jesús Moya fueron emitidas tras recibir el título de
Doctor Honoris Causa en Humanidades, otorgado por la Universidad Católica
Nordestana (UCNE), de la cual fue Rector y Gran Canciller durante 28 años.
El obispo emérito
entiende que la paz en la tierra no se puede lograr si no se asegura el bien de
las personas y la comunicación espontánea entre los hombres de sus riquezas de
orden intelectual y espiritual.
“Es absolutamente
necesario el firme propósito de respetar a los demás hombres y pueblos, así
como su dignidad, y el apasionado ejercicio de la fraternidad, en orden a
construir la paz, pues ella también es fruto del amor, el cual sobrepasa
todo lo que la justicia puede realizar”, significó.
Entiende que la
educación para la paz tiene la misión de responder a los problemas de
conflictos y de violencia en todos los ámbitos, pues es un intento de crear
futuros más justos y firmes.
Tras definir la
palabra “paz”, consistente en un estado a nivel social y personal, en el cual se
encuentran en equilibrio y estabilidad las partes de una unidad, estimó que la
misma es además el proceso de búsqueda de justicia en los diferentes niveles de
relación humana.
“Este es un
concepto dinámico, el cual nos lleva a hacer brotar, arrostrar y solventar los
conflictos de manera no violenta, con el fin de alcanzar una concordia de la
persona consigo mismo, con la naturaleza y con los demás”, puntualizó.
Monseñor De Jesús
Moya, también se refirió al tema de la inmigración, exponiendo que desde
pequeño debe de educarse para evitar la discriminación por razones de sexo,
edad, raza, discapacidad, etc., fomentando la idea de que todos somos iguales y
por ello debemos ser tratados con el mismo respeto. Sostiene que el tema de la
inmigración debe ser tratado desde los primeros años de educación, sugiriendo
que los padres deben inculcar a los
niños un aspecto tan importante como este, papel que deben asumir los centros escolares y los
profesores.