Los celulares emergen ahora como los nuevos
actores de la violencia de género, lo que complica el asunto. El artefacto, si
es registrado por una de la pareja, podría ser el detonante de dudas, celos y
eventuales agresiones.
El tema ha sido planteado por la fiscal del
Distrito Nacional, Yeni Berenice Reynoso, que ha detectado que mucho de la
violencia de pareja se origina por la revisión de uno del celular del otro.
El celular es un aparato cotidiano de
comunicación. El usuario lo carga encima y es usado para enviar y recibir
mensaje y para hablar con las personas. Una de la pareja la revisa cuando comienza
a dudar de la otra, desencadenándose el conflicto.
No es legal, según ha dicho la fiscal, que se
revise el celular de una de la pareja, pero es sabido que negarse genera dudas
y falta de transparencia en una relación.
La funcionaria judicial ha dicho sobre este caso que no le
preocupa la simple revisión de un celular, sino por la cantidad de violencia
intrafamiliar que surge a raíz de la revisión de un aparato que es de uso
personal y dijo que a las fiscalías barriales llega una “inmensa” cantidad de
casos de divulgación de fotos muy comprometedoras de menores de edad.
Habló entonces de las consecuencias de quienes
revisen los celulares “¡Si del teléfono
se extraen datos confidenciales y se difunden, las penas se elevarían de 1 año
a 3 y la multa desde 2 hasta 400 salarios mínimo!”, indicó.
Para evitar este tipo de trama en la familia,
hay parejas que han dejado de usar celular, especialmente en los casos en que
el hombre es excesivamente celoso y monitorea a la mujer a través del aparato.
Además de ese tipo de “espionaje”, hay quienes
revisan las cuentas de Facebook y correo electrónico de de sus parejas cuando
tienen sospecha de podrían estar siendo engañados.
20 de septiembre 2012