<b>Duperly,
especialista en Medicina Interna de la Universidad del Rosario de
Bogotá, dijo en declaraciones a Efe que se ha observado la disminución
del 50 por ciento de las dolencias crónicas como las cardiovasculares,
la diabetes y algunos cánceres relacionados con las hormonas como el de
próstata, el de mama y el de colón en individuos activos respecto a los
sedentarios.</b>
Guarujá (Brasil), 17 ago (EFE).- Las personas
físicamente activas presentan una reducción del 50 por ciento en la
incidencia de enfermedades cardiovasculares, diabetes y tumores
relacionados con las hormonas comparadas con las sedentarias, declaró
hoy el especialista colombiano John Duperly.
Duperly,
especialista en Medicina Interna de la Universidad del Rosario de
Bogotá, dijo en declaraciones a Efe que se ha observado la disminución
del 50 por ciento de las dolencias crónicas como las cardiovasculares,
la diabetes y algunos cánceres relacionados con las hormonas como el de
próstata, el de mama y el de colón en individuos activos respecto a los
sedentarios.
Además, los estudios reflejan una reducción de
entre un 20 y un 30 por ciento en enfermedades neurodegenerativas como
el Alzheimer, el Parkinson y la demencia senil atendiendo a esa misma
comparación.
Durante el Simposio Balance Energético, que hoy
concluyó en la ciudad brasileña de Guarujá, Duperly se mostró escéptico
sobre los datos de aumento de esperanza de vida de la población por las
variables que incluye.
"La esperanza de vida es un número que
es complejo y difícil de interpretar porque es un promedio de lo que
viven los seres humanos, pero en ese promedio se incluye la mortalidad
infantil, la mortalidad perinatal y la mortalidad por enfermedades
infecciosas", dijo Duperly.
Agregó que esas muertes se han
reducido con el desarrollo del agua potable y la aparición de los
antibióticos, además de los avances tecnológicos y en cirugía.
"En ese aumento de la esperanza de vida que, como digo está falseado
por las estadísticas, pero que en algunos casos es cierto que vivimos
más, nos estamos acercando a los límites biológicos de la especie
humana", agregó.
De acuerdo con el especialista, el ser humano
está programado para vivir unos 90 o 100 años y la recta final es un
periodo de deterioro biológico progresivo.
"El objetivo es
llegar al máximo de expectativa de nuestra especie", dijo, y añadió que
se trata de alcanzar esa edad con las funciones cognitivas adecuadas,
con independencia física y con calidad de vida.
"Lo logran las personas que no han fumado, que han moderado el alcohol, que se alimentan bien y que hacen ejercicio", agregó.
El profesor de la Universidad Gama Filho de Sao Paulo, Víctor
Matsudo, precisó que la inactividad física puede llevar a que los "los
hijos" mueran "más tempranamente que los papás".
Matsudo
promovió un cambio cultural para introducir la "ciudadanía activa" como
disciplina integrada en los programas educativos.
"Es una
desgracia que la actividad física no se venda por píldoras porque si no
sería la cosa más consumida del mundo", razonó.
El profesor
enumeró las ventajas que tiene para la salud la práctica de actividad
física como la mejora de la sensibilidad a la insulina, el control del
azúcar en la sangre, del colesterol y de los depósitos de grasa y
mejoras del sistema inmunológico, además de reducir el riesgo de tumores
hormono-dependientes.
Por su parte, el profesor de la
Universidad de Mérida (México) Hugo Laviada calificó de "insuficientes"
los programas para combatir el sobrepeso en América Latina, aunque
reconoció progresos en los últimos años en Chile, Brasil, Colombia y
México.
"Estamos empezando a ver cambios", dijo Laviada, quien
pidió la implicación de las familias en las campañas contra la obesidad
y abogó por que no se soslaye "la responsabilidad individual o
familiar".
Además, enumeró una serie de consejos para llevar
una vida sana como "un estilo de vida activo, no necesariamente
deportivo", beber agua, masticar lentamente para que la sensación de
saciedad llegue antes y tener una alimentación equilibrada.
El
profesor de la Universidad de Washington Adam Drewnowski precisó que en
EE.UU. se consumen "muchas más calorías" de las necesarias y señaló la
dificultad de establecer parámetros universales en la medición y en la
recomendación de consumo calórico.
Mientras, el profesor Eric
Ravussin, de la Universidad de Lousiana (EE.UU.), declaró que la
naturaleza del ser humano le lleva a almacenar alimentos para tiempos de
escasez y por este motivo aumenta la ingesta de energía aunque tenga
cubiertas sus necesidades.
El experto dijo que es posible la
aplicación de políticas públicas que obliguen a flexibilizar los
ambientes de trabajo para facilitar la actividad física, pero reconoció
que al final la opción por el deporte no deja de ser una decisión
personal. EFE
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