<P>SANTO DOMINGO, República Dominicana.-Parte del éxito de Leonel Fernández fue haber mantenido unido al Partido de la Liberación Dominicana (PLD) en torno a su gobierno, y eso solo era posible dando cargos a los principales dirigentes de esa organización.</P>
<P>En gran medida, Leonel Fernández repartió el pastel dentro del PLD, lo que no quiere decir que lo hiciera de manera equitativa. Pero siempre, el saliente mandatario facilitó que a los peledeístas les tocara su parte, desde una tarjeta solidaridad, hasta un jugoso presupuesto derivado de una suntuosa obra.</P>
<P>En el paquete, los miembros del comité político fueron ampliamente favorecidos; Leonel Fernández entendió que el mérito de alcanzar el poder no era obra solo suya, sino de todos aquellos que forjaron a esa organización partidaria fundada por el profesor Juan Bosch.</P>
<P>Y lo mismo hizo con los aliados, del Bloque Progresista o no, Fernández distribuyó entes estatales, cargos y prebendas, bajo el criterio de que eran el complemento de la victoria y sostenimiento del PLD en el Poder.</P>
<P>Es lo que hereda Danilo Medina, y por eso la interrogante es si podría políticamente, de golpe y porrazo, desmantelar esa estructura de poder, que fue la que le permitió ganar una reñidas elecciones el pasado 20 de mayo.</P>
<P>El comentario viene a cuento porque Medina de entrada ha ratificado un grupo de funcionarios ya otros los ha removido. Y esa decisión ha sido objeto de críticas de núcleos internos en el PLD y de la oposición. Sugerir un tierra arrasada de entrada luce simpático, pero tendría riesgos para el nuevo gobernante, pues el apoyo político suyo no radica en quienes desde fuera lo critican, sino de las fuerzas que interactúan en el PLD.</P>
<P>Sin embargo, vista desde la política real, Medina ha actuado con el tacto debido, pues mal sería su decisión si de repente saca del tren gubernamental a los integrantes del Comité Político y del Comité Central, con lo que podría correr el riesgo de quedarse sin sustentación política interna, más cuando se sabe que el expresidente Leonel Fernández entra al juego político del 2016, y luchará por mantener la hegemonía en el seno de la principal estructura del PLD.</P>
<P>Fernández, además, intentará de distanciarse de aquellas decisiones oficiales que entienda no convienen a su propósitos de regresar al podio presidencial en cuatro años, lo que obliga a Medina a no descuidar los linderos partidarios a los fines de que estos puedan actuar en sintonía con las urgencias y prioridades del gobierno y no del mandatario saliente.</P>
<P>Hay otra simple lógica que explica el que el presidente Medina haya dejado parte del funcionariado y es que tampoco le convendría llevar a cargos a personas que tendría que tomarse tiempo en el aprendizaje de gobernar en cada dependencia.</P>