Uno de los elementos fundamentales de soporte de la economía dominicana es la inversión extranjera. Y en estos tiempos donde la crisis de las economías europea y norteamericana provoca serios temores en esos mercados tan importantes para la colocación de nuestros productos, debemos manejar con sumo cuidado y respetando las normas, reglas y contratos que sirven de soporte a los inversionistas internacionales que operan en nuestra nación.
Es por ello que las autoridades dominicanas deben poner mucha atención con una grave situación que se está presentando en el mercado de los combustibles, la cual podría provocar que las tradicionales empresas internacionales distribuidoras de combustibles tomaran la decisión de abandonar el país y afectar los niveles de inversión, de creación de empleos y de ingresos para el estado que las mismas representan.
Qué es lo que sucede en ese mercado? Desde hace unos años las autoridades han autorizado a un grupo de nuevas distribuidoras que no poseen estaciones propias pero reciben facilidades para distribuir combustibles y las mismas están colocando ilegalmente productos que retiran de la Refinería Dominicana de Petróleo, en estaciones de distribuidoras reconocidas.
Por eso es que con mucha frecuencia vemos como en estaciones de gasolina de distribuidoras reconocidas, se colocan tanqueros sin ninguna identificación llenando los depósitos de esas estaciones con combustibles obtenidos de manera irregular, violando las reglas y cometiendo un fraude contra los consumidores pues se vende allí una marca que no es la que dice el negocio que está operando en ese lugar.
Con esas actuaciones irregulares e ilegales, se están violando los contratos de exclusividad que tienen las distribuidoras con sus detallistas, se irrespetan las marcas violando los acuerdos internacionales que nuestro país ha firmado y se crea una competencia desleal.
Eso a su vez provoca un clima de incertidumbre porque amenaza y atenta de manera directa en contra de la inversión local y extranjera que hay en el país, pero al mismo tiempo podría provocar serios problemas para la captación de nuevos capitales de inversión extranjera por el irrespeto a la ley y las reglas del comercio.
Y lo más grave de todo es que eso se está realizando ante la actitud un tanto permisiva y complaciente de las autoridades que no terminan de aplicar con eficacia las diferentes normas establecidas para enfrentar y evitar estas acciones ilegales de manejos en la distribución de los combustibles. Incluso existe un organismo llamado Cuerpo Especializado de Control de Combustibles (Ceccom) que a pesar de que su misión es mantener la seguridad y el control en el proceso de distribución y comercialización de combustibles, esas acciones ilegales se están haciendo sin que ellos actúen en contra de quienes están violando las normas y las leyes del país.
Ya es tiempo de que el estado dominicano le ponga coto a estas anomalías en el sector de los combustibles, de manera que se le de cumplimiento a las normas y leyes que lo regulan y así enviar un mensaje correcto a la inversión extranjera que es tan importante para el desarrollo de nuestra economía, para los ingresos del estado y para la creación de nuevas oportunidades de empleo.
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